Ruiz-Gallardón regala al alcalde 500 millones para levantar un puente

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, ha sacado tajada de su primera visita oficial al despacho de Alberto Ruiz-Gallardón desde que éste es presidente regional (tomó posesión en julio pasado). El regidor de la capital firmó ayer un convenio con el jefe del Gobierno de Madrid que significa un cheque regional de 500 millones de pesetas a favor de la hacienda municipal. La Comunidad de Madrid inaugura así una nueva etapa caritativa: es la primera vez que paga una obra pensada por el Gobierno municipal del PP.El dinero regional servirá a Enrique Villoria, concejal de Obras, para financiar la mitad del paso elevado que ha proyectado junto al Puente de los Franceses, cuyo presupuesto aproximado es de 1.000 millones. Villoria buscó los millones en el Ministerio de Obras Públicas y Transportes. Pero la administración central, que hace las carreteras nacionales de Madrid, no aceptó la invitación del edil de Obras.

Enrique Villoria no recibirá la ayuda de la Comunidad hasta 1997, según se encargó de aclarar ayer el consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés. En los presupuestos regionales de este año nadie reservó dinero para el puente. Cortés y Villoria se vistieron ayer de ingenieros -ninguno lo es- para explicar las bondades de la nueva obra. El paso elevado resolverá un complicado nudo donde los coches hacen ahora hasta 44 giros distintos. La intersección formada por la carretera de Castilla, las avenidas de Valladolid y Séneca y el Paseo de Ruperto Chapi, sufre diariamente el paso de 80.000 vehículos, que pierden entre dos y ocho minutos en el enredo. El paso resuelve muchos de los problemas de este cruce, al que llegan todos los días miles de residentes en municipios del noroeste.

La firma del convenio sirvió al alcalde de Madrid para hacer apología de los túneles subterráneos: "Preferimos facilitar el acceso al centro de la ciudad en lugar de prohibirlo y, gracias a ello, el tráfico de Madrid ha mejorado ostensiblemente, a pesar de que el número de vehículos se ha incrementado mucho estos años", sentenció. Ruiz-Gallardón, que garabateaba cuartillas, apoyó a su alcalde con el argumento que faltaba para entender como puede mejorar el tráfico en la ciudad facilitando el acceso de vehículos al centro. El presidente regional soltó: "La clave del éxito en cuanto al funcionamiento del tráfico en las zonas donde este agotada la capacidad de circulación está en facilitar rápidamente la salida de los vehículos". Ruiz-Gallardón se quedó la palabra para reforzar su loa al túnel subterráneo: "Madrid necesita una comunicación directa desde el paseo de la Castellana hasta la carretera de Barcelona y hasta la de La Coruña". Ruiz-Gallardón había leído en voz alta el pensamiento de Villoria, que lleva años vendiendo la idea de un supertúnel en Madrid.