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LA LUCHA CONTRA ETA

Garzón encarcela a Jon Idígoras

El dirigente de HB podrá eludir la prisión con el pago de una fianza de 300 millones

El dirigente de HB Jon Idígoras ingresó noche en la enfermería de la prisión de Alcalá-Meco, tras comparecer detenido ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que le imputa un delito de colaboración con ETA por difundir en la campaña electoral vídeos de la banda armada. Idígoras, de 59 años, uno de los 26 miembros de la Mesa Nacional de la coalición independentista vasca, se negó a personarse el martes ante el magistrado, por lo que ayer fue arrestado por la Ertzaintza y trasladado a Madrid en avión. El vía e lo hizo esposado. El acusado no quiso responder al interrogatorio, tras lo cual el fiscal pidió su ingreso en prisión eludible con una fianza. Tras oír a las partes, alrededor de las 21.00 horas, Garzón firmaba la orden de ingreso en prisión, eludible con el pago de 300 millones de pesetas. HB, ha convocado movilizaciones de protesta en todo el País Vasco.

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La comparecencia de Idígoras en la Audiencia Nacional estuvo rodeada de fuertes medidas de seguridad en previsión de posibles incidentes, y después de que Herri Batasuna advirtiera durante toda la mañana que los seguidores de la coalición no se quedarían quietos ante este "acto de venganza" del "Estado español".Idígoras ingresó anoche en la enfermería de la prisión de Alcalá-Meco (Madrid), ya que sus abogados alegaron que el acusado estaba de baja laboral por sufrir una insuficiencia respiratoria aguda. El dirigente de HB podrá abandonar la cárcel mediante el pago en efectivo de 300 millones de pesetas o la presentación de un aval bancario por ese importe. Sus abogados anunciaron ayer su intención de recurrir, sin aclarar si la Mesa Nacional de HB asumirá o no el abono de la fianza.

Idígoras se negó a declarar ante el juez sobre el vídeo de ETA que HB ha difundido en sus actos de campaña y que llegó a remitir a TVE para que fuera incluido en el espacio electoral gratuito correspondiente a esta coalición. Al comparecer como imputado, Idígoras tenía derecho a guardar silenció y. a no confesarse culpable, pero tal derecho no le exoneraba de su posible responsabilidad criminal.

Instrucciones de Granados

Según fuentes de la Audiencia Nacional, el fiscal jefe de la Audiencía Nacional, José Aranda, siguiendo instrucciones del fiscal general del Estado, Carlos Granados, reclamó la prisión del dirigente de HB eludible mediante el pago de una fianza, cuya cuantía no especificó. Esta intervención de la fiscalía se produjo al amparo de la nueva redacción del artículo 504 bis B de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Según este precepto, al solicitar una de las partes una medida cautelar de privación de libertad, el juez debe oír la opinión de todas las partes personadas en la causa antes de decidir.

Esta audiencia se celebró en presencia de Idígoras, tras su negativa a declarar, y en la misma el fiscal se ratificó en su petición de prisión eludible bajo fianza, con la oposición de los abogados Jone Goiricelaya y Adolfo Araiz -este último miembro de la Mesa Nacional de HB-, letrados que asistieron a Idígoras. Tras dar cumplimiento al precepto, el juez decretó la prisión.

El dirigente de HB había llegado a la Audiencia Nacional sobre las 16.20 por vía aérea procedente de San Sebastián, aunque el interrogatorio comenzó a las 17.15. Llegó esposado, pero no fue bajado a los calabozos del subsótano por disposición expresa del magistrado Baltasar Garzón, quien ordenó que fuera conducido directamente a su despacho, en la segunda planta.

Idígoras fue trasladado al juzgado a bordo de un Ford Orion azul que la policía utiliza en estos casos para llevar a los detenidos a la Audiencia o desde ésta a los centros penitenciarios de la provincia.

Su detención produjo indignación en los dirigentes de HB. La coalición considera la actuación de Garzón como un acto de "censura política" que trata de impedir el debate público de la "alternativa democrática" de ETA, recogida en los vídeos prohibidos por la Audiencia Nacional. Karmelo Landa, miembro de la Mesa Nacional que asume colectivamente las consecuencias penales que se atribuyan a las actuaciones de HB, advirtió que demandarán "responsabilidades concretas y personalizadas". "El Estado no nos doblegará", proclamó.

Al término de la comparecencia judicial, la letrada Jone Goiricelaya fue preguntada por los periodistas si Idígoras está en condiciones de prestar la fianza. Respondió: "No vamos a hacer ninguna valoración. Lo que sí voy a decir es que nuestra intención es recurrir el auto mañana [hoy]".

Fuentes de la Audiencia Nacional indicaron que no, hay una explicación concreta a la cifra de 300 millones impuesta por Garzón. El juez decretó la prisión atendiendo a la gravedad del delito de colaboración con banda armada, la alarma social por -las numerosas víctimas causadas por la banda terrorista y la reiteración delictiva con que actúa ETA. El delito de colaboración con banda armada está castigado con penas de seis años y un día a 12 años de prisión. Las mismas fuentes indicaron que Garzón no ha acordado ninguna citación más por ahora de miembros de la Mesa Nacional de HB. Por su parte, fuentes penitenciarias manifestaron su "preocupación" con que Idígoras haya ingresado en la enfermería de la prisión. Razonan que en el penal hay varias decenas de presuntos etarras, que podrían alegar alguna enfermedad para reunirse con el dirigente de HB.

En las diversas prisiones de Madrid hay actualmente un centenar de reclusos vinculados a ETA, por lo que es probable que las autoridades penitenciarias dispongan el traslado de Idígoras a otra provincia cercana a Madrid, amparándose en que así se lo permite la legislación.

Arrestado por una mujer policía

Una agente de la Ertzaintza vestida de paisano detuvo ayer a Jon Idígoras en Amorebieta (Vizcaya) cuando sobre las 8.45 se dirigía a Bilbao en coche acompañado de otros tres miembros de la Mesa Nacional de HB. No opuso resistencia. Terminaba así, en 24 horas, su rebelión ante "los tribunales del Estado español", que le acusan de "activa colaboración" con ETA por haber remitido a TVE, para su inclusión en los espacios electorales, dos vídeos de la banda armada en los que tres encapuchados armados plantean una oferta de paz para Euskadi.Idígoras, que tenía que haber comparecido obligatoriamente ante Garzón el día anterior, salió del portal de su domicilio pasadas las 8.30. Sus primeras palabras al llegar a la calle fueron para agradecer la presencia de una decena de simpatizantes que pasaron la noche, a una temperatura que rondaba los 0 grados, aguardando la llegada de una patrulla policial. Sonriente, accedió a posar en la nieve para los fotógrafos y las cámaras de televisión que no habían abandonado la puerta del su vivienda en 12 horas. "Me voy a trabajar a la sede, como todos los días", declaró. "ldígoras, Herri Batasuna y la izquierda abertzale seguimos dando la cara y llevando vida normal".

La normalidad acabó en un par de minutos. En contra de la expectación despertada por la orden del juez Garzón, la detención fue rápida y ejecutada por una sola patrulla de paisano. Una agente se acercó al turismo que conducía KoIdo Celestino, miembro de la Mesa Nacional, en el momento en que esperaba para incorporarse a la carretera en dirección a Bilbao y comunicó a Idígoras la orden firmada por Garzón. Tras intercambiar unas frases con la ertzaina, el dirigente de HB accedió a acompañarla sin mostrar resistencia. Después de permanecer varias horas en la comisaría de Durango, fue trasladado a Madrid, esposado y custodiado por dos policías, en un avión de línea regular de Iberia.

Algunos pasajeros se dirigieron a él cuando pasaban por delante de su asiento, próximo a los lavabos, y le increparon: "¡Basta ya!". El avión llegó a Madrid pasadas las 15.30. A las 17.15 Idígoras comenzó a declarar ante Garzón en presencia de su abogada, Jone Goiricelaya, que se retrasó un cuarto de hora. Una veintena de policías había acordonado las inmediaciones de la Audiencia Nacional para evitar incidentes.

Fuentes del departamento de Interior del Gobierno vasco admitieron que la orden de Garzón llegó a sus manos a últimas horas del martes pero, de acuerdo con el magistrado, se decidió posponer el arresto hasta primera hora de la mañana de ayer porque el traslado "no era urgente".

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