Los cercanías llevarán teléfonos móviles públicos

Cercanías de Renfe se apunta al último grito de la comunicación. Dentro de unos meses no hará falta viajar en un AVE para disfrutar de los teléfonos públicos móviles. Los gestores madrileños han decidido implantarlos, para uso de cualquiera de los 170 millones largos de viajeros que tomaron el tren de cercanías en 1995. Esta Unidad de Negocio de Renfe aún no ha resuelto con cuál de las dos redes españolas de telefonía movil casarse, pero la decisión es firme y las conversaciones con Airtel y Telefónica se encuentran en marcha, señala Abelardo Carrillo, gerente de Cercanías.

Como las negociaciones con las dos empresas de telefonía móvil aún se encuentran por cerrar, Abelardo Carrillo no puede adelantar el coste de la operación. Lo que sí está pensado es cómo solucionar la falta de cobertura dentro de los túneles, donde no llegan las ondas que se transmiten por satélite en vertical hasta los aparatos. Unos repetidores enviarán la señal a las líneas que transcurren por subterráneos.Los usuarios podrán utilizar estos teléfonos como los públicos, aunque sus tarifas serán equivalentes a las de la telefonía móvil.

Pero el uso particular por parte de el viajero no será el único. El mismo sistema conectará los puestos de mando de las estaciones y la megafonía instalada en los andenes. De esta forma, un jefe de cercanías podrá dar información, sobre horarios o retrasos, por ejemplo, a los viajeros que esperan su tren en Chamartín, desde su despacho de la avenida de Ciudad de Barcelona.

Otro servicio relacionado con hilos y voces, el teléfono-contestador del cliente, (506 70 67) funciona desde junio pasado. Recibe unas 20 llamadas diarias. Los usuarios han plantedo, sobre todo quejas por aquellas estaciones en las que los andenes están más bajos que el escalón del tren, de forma que resulta incómodo subir al mismo. Aunque cercanías ha elevado los andenes en muchas estaciones de Madrid, aún quedan por adaptar los de la línea C-8, la de la sierra.

"Lo que más sorprende a quienes llaman es que les contestamos personalmente. No se lo creen", dice Abelardo Carrillo. Otra queja que recibe sistemáticamente el contestador es acerca de la música que se escucha dentro de los trenes. "Nunca es al gusto de todos, pero esto no hay quien lo arregle", indica resignado.