Sobre ETA
La escalada de asesinatos de ETA lleva consigo la tentación. de una e calada de la irracionalidad. Y irracionalidad comienza cuando tergiversa la situación real del pulso entre ETA y el Estado y el sentido de las acciones de los etarras. Es lógico que la población los peatones de la historia esté desorientada, víctima de una desinformación sistematizada, de una aplicación irresponsable del secreto de Estado. No han sido los gobiernos del PSOE los únicos responsables esa desinformación. Viene de lejos de la mala educación que hemos recibido durante generaciones sobre la unidad nacional y los hechos diferenciales centrífugos, mala educación que culminó con el secuestro la historia de los pueblos de España que con tanta impunidad y tan duramente perpetró el franquismo. Pero es que, cuando llega la normalidad democrática y ETA no la respeta, los sucesivos gobiernos siguen engañando al personal sobre la situación real: ETA está a punto de extinción, ¿cuántas veces en los últimos 20 años?; no se negocia con terroristas, ¿cuántas veces se ha negociado en estos últimos 20 años?. ETA ha perdido la batalla en la calle, alguien ha presenciado ultimamente tensiones callejeras en Euskadi y cómo se resuelven? Es lógico que, a partir de tantas inalformaciones de la conciencia social, cuando se producen brutales asesinatos o atentados o se echa a la calle la intifada de Jarra¡, a las personas normales y corrientes no les salgan las cuentas. Y deben salir, porque el en frentamiento con una estrategia como la de ETA pasa por el consenso en la estrategia democrática y por una paciencia histórica a prueba de bomba. Un consenso basado en el conocimiento de la verdad, no en la manipulación de las emociones agredidas por tanta sangre inocente. Inocente, se. la mire como se la mire. La analice quien la analice.
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