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EE UU dará hoy un ultimátum a serbios, croatas y bosnios para que cumplan los acuerdos de Dayton

NVIADO ESPECIAL Estados Unidos presentará hoy a serbios (Slobodan Milosevic), croatas (Franjo Tudjman), y bosnios (Alia Izetbegovic) una lista de incumplimientos de los acuerdos de Dayton. Tanto Washington, como la Unión Europea (UE) van a recordar en Roma a los tres presidentes signatarios que toda la ayuda económica depende de su comportamiento. No hay atajos posibles. El plenipotenciario estadounidense, Richard Holbrooke, resumió ayer el, sentido del ultimátum: "Las tres partes deben cumplir inexcusablemente con lo que firmaron".

La escalada de incidentes en Bosnia-Herzegovina durante las últimas semanas, con la traca final de la extradición a La Haya de dos jefes militares serbobosnios, acusados por Sarajevo de crímenes (le guerra, ha puesto contra las cuerdas el compromiso de paz que los presidentes serbio, croata y bosnio firmaron en noviembre en EE UU. En la reunión de Roma (hoy y mañana) no se van a rubricar nuevos acuerdos, pero EE UU, que tiene las riendas diplomáticas del conflicto, quiere leer la cartilla a Milosevic, Tudjman e Izetbegovic antes de que el laborioso proceso negociador, concluido formalmente en diciembre en París, descarrile por completo.La improvisada reunión balcánica debía haber comenzado ayer, pero la elaboración de una agenda mínima y el escaso preaviso, a sus tres principales protagonistas ha forzado el retraso de 24 horas. Italia, que preside por turno la UE, se saca, en parte, con la organización de esta reunión la espina diplomática de su virtual marginación en la pacificación balcánica. Asisten representantes del denominado Grupo de Contacto -EE UU, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania-, los más directamente implicados. No se ha anunciado presencia española.

Los acuerdos de paz de Dayton, cuyos aspectos militares van cumpliéndose aunque ayer mismo los serbobosnios negaron todo acceso a la OTAN a los Posibles depósitos de armas, están en punto muerto en su vertiente política. Primero fue el intercambio de prisioneros, todavía no cumplido a pesar de que su fecha límite expiró hace un mes. Después, los sucesos de Mostar, donde los ultranacionalistas croatas apoyados por Tudjman se resisten a perder en la ciudad su palanca de poder sobre el sur de Bosnia-Herzegovina. Y finalmente, la detención por Sarajevo y posterior extradición de dos altos militares serbobosnios sospechosos de crímenes de guerra.

Para los secesionistas serbios y el propio Milosevic este indeseado viaje a La Haya ha hecho sonar, por sus implicaciones, los timbres de alarma. Su consecuencia inmediata fue la ruptura de los contactos de los serbobosnios con las fuerzas multinacionales, avalada por Milosevic.

Tudjman y Mostar

Washington ha preparado una lista de cargos contra cada uno de los tres dirigentes balcánicos. A Tudjman, el recalcitrante líder croata, se le pedirá que ponga en orden a su gente en Mostar, dispuesta a impedir el despegue de la Federación de los croatas y musulmanes de Bosnia, criatura política estadounidense y pilar de los acuerdos de Dayton.Si no coopera en la reunificación de Mostar -y, pese a sus promesas, hasta ahora no lo ha hecho- Croacia se juega su ansiada aproximación a la UE, como ha advertido el Gobierno de Bonn, su valdedor.

Del líder panserbio Milosevic se espera mayor presión sobre los suyos en Bosnia para que vuelvan a las negociaciones con el Gobierno de Sarajevo y a la cooperación militar con la OTAN. Milosevic va a escuchar también, en línea con lo declarado el jueves por Holbrooke en París, que Radovan Karadzic y Ratko MIadic deben abandonar definitivamente el juego. Milosevic, según fuentes diplomáticas, debe ir haciéndose a la idea de que los jefes político y militar serbobosnio y algunos de sus adláteres van a ser juzgados.

Serbia, aunque sus dirigentes se empeñen en proclamar lo contrario, está en libertad vigilada. Su falta de cooperación con lo pactado en Dayton puede acarrear la reimposición de las sanciones internacionales.

Y hasta el expediente de Alia Izetbegovic, el presidente bosnio, ha crecido súbitamente en las últimas horas. Sarajevo no sólo ha incumplido su parte en la liberación de prisioneros de guerra, manteniendo en secreto en Tuzla a 80 serbios, sino que su posición en Roma se ve comprometida por el oportuno descubrimiento, ayer, de una escuela de muyahidin (guerrilleros islámicos) en su territorio, cuyos profesores son iraníes. Izetbegovic depende crucialmente de Estados Unidos para la reconstrucción de su Ejército. Y de Washington y sus aliados europeos para hacer llegar a Bosnia el río de dólares necesario para poner en marcha el devastado país.

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