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El Gobierno culmina la reestructuración del servicio secreto, pero no reduce su plantilla

Miguel González

El Consejo de Ministros aprobará previsiblemente hoy, a propuesta del ministro de Defensa, Gustavo Suárez Pertierra, el decreto de reestructuración interna del Cesid, con el que culmina la reforma del servicio secreto iniciada el pasado mes de julio, tras estallar el escándalo de las escuchas telefónicas recientemente archivado por el juzgado número 43 de Madrid. El Gobierno aprobará también otro decreto que transfiere el mando operativo de las Fuerzas Armadas al jefe del Estado Mayor de la Defensa cuando participen en operaciones de paz como la que desarrollan en Bosnia.

El decreto de estructura interna del Cesid, que sustituye al vigente desde diciembre de 1985 y a una orden ministerial de septiembre de 1982, es la última pieza de un proceso de reforma que inició el nuevo estatuto del personal del centro, aprobado el 28 de julio, y continuó la relación de puestos de trabajo, autorizada por el Gobierno en su reunión del pasado viernes.El decreto simplifica ligeramente la estructura básica del Cesid, al unificar las dos subdirecciones de Administración y Personal. en una sola. En contrapartida, eleva al rango de división el actual servicio de seguridad interna. Se mantienen las cuatro divisiones tradicionales de todo servicio de inteligencia (Exterior, Interior, Contrainteligencia y Economía y Tecnología), así como la jefatura de Apoyo Operativo y Técnico, de la que fue responsable el hoy encarcelado coronel Perote.

Para evitar nuevas fugas de documentos, como la evidenciada por el caso Perote, las divisiones perderán su estanqueidad y, se verán sometidas a los controles diseñados por el jefe de seguridad interna, con rango de subdirector. Las casi 20 áreas en que ahora se organizan las divisiones serán sustituidas por departamentos y algunas de ellas que se habían quedado obsoletas, como la de involución, desaparecerán.

La simplificación de la estructura del centro no supondrá, por el momento, una reducción de sus efectivos. La relación de puestos de trabajo del Cesid que el Gobierno aprobó hace una semana, clasificada como secreta, mantiene la actual plantilla, que integran 1.750 agentes (un 50% militares, un 25% guardias civiles y el resto, policías y civiles), e incluso autoriza un pequeño aumento, hasta superar los 1.800.

La entrada en vigor de la relación de puestos de trabajo ha supuesto un incremento de las retribuciones, ya que el estatuto garantizaba que ningún miembro del Cesid perdería ingresos con el paso al nuevo régimen. Globalmente, el gasto de personal del servicio secreto, que hasta ahora se hallaba disperso entre los distintos ministerios de procedencia de los agentes, se sitúa en torno a los 7.000 millones anuales.

Esta cifra es muy superior a los 4.500 millones que figuraban adscritos al centro de inteligencia en los presupuestos del Ministerio de Defensa para 1996 y que no incluían los gastos de personal. Globalmente, el coste del Cesid supera, por tanto, los 11.000 millones al año.

Con la relación de puestos de trabajo han empezado a correr los plazos para la integración definitiva en el Cesid de los agentes todavía vinculados al Ejército u otras instituciones.

Según el Estatuto, antes del próximo 9 de agosto se deberá ofrecer la integración a los miembros más veteranos del centro, los que llevan más de nueve años. Aquéllos a quienes no se ofrezca la integración, o bien la rechacen, deberán haberse dado de baja en el servicio secreto para el 9 de febrero del año próximo.

Este proceso no lo dirigirán, probablemente, los actuales responsables del Cesid, los generales Félix Miranda, director general, y Jesús del Olmo, secretario general, pues ambos han manifestado su propósito de cesar en el cargo tras la formación del Gobierno salido de las elecciones del 3 de marzo.

Respecto, al otro decreto que hoy llevará el titular de Defensa al Consejo de Ministros, su objetivo es consolidar al Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), actualmente el teniente general José Rodrigo, como mando operativo de las Fuerzas Armadas.

Este papel ya le corresponde al Jemad en caso de guerra, pero no está clara su función en las operaciones de paz desarrolladas por tropas españolas en el extranjero, las más frecuentes y previsibles, lo que ha originado algún problema en el caso de Bosnia.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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