Maccanio renuncia a formar Gobierno en Italia y culpa a la derecha del fracaso
Todos los líderes italianos coincidieron durante la jornada de ayer, después de que Antonio Maccanico renunciara al intento de formar un Gobierno, en que se quiera o no el único desenlace realista de la crisis son las' elecciones generales anticipadas. A ese coro de opiniones sumó por la noche la suya el líder de Forza Italia, el ex primer ministro Silvio Berlusconi, que sólo horas antes había propuesto la alternativa de elegir una asamblea constituyente, con escaso éxito. Persiste sin embargo alguna duda, porque el jefe de Estado, Oscar Luigi Scalfaro, observó un absoluto silencio.
Al presidente de la República corresponde ahora la dirección de la crisis y la decisión de disolver las cámaras y convocar elecciones anticipadas, si entiende que en el Parlamento actual no se puede formar ninguna mayoría para sostener un Gobierno.Scalfaro, que desde hace un año se muestra muy reticente a que se vuelva a las urnas, porque considera que de ellas saldrá un Parlamento muy similar al actual y, en consecuencia, con los mismos problemas de gobernabilidad, no se presentó ayer ni siquiera a saludar a los periodistas tras recibir la renuncia de Maccanico como ha hecho en otras ocasiones.
Se ignora por ello si abrirá una nueva ronda de consultas con los partidos políticos, o si procederá directamente a disolver las cámaras o, como alternativa, a dar vida a un nuevo intento de formar Gobierno, En este último caso, la hipótesis más probable sería que el encargo fuera para el todavía presidente en funciones, Lamberto Dini, y con un mandato limitado a concluir la presidencia italiana de la Unión Europea y a adoptar algunas medidas de emergencia para corregir el déficit público.
La posibilidad de sondear un Gobierno que Berlusconi ha llamado de garantía y elegir una asamblea constituyente, que, para empezar requeriría una ley específica que el Parlamento no aprobaría antes de 10 meses, puede ser descartada. Ni siquiera Umberto Bossi, el líder de la Liga Norte, que fue el primero que propuso tal asamblea y al que iba dirigido este inesperado guiño amistoso de Berlusconi, la ha acogido favorablemente. "Es un truco para tocar a la Liga, que es como Jesucristo con los enfermos y lisiados, porque el que toca a la Liga se cura", ha dicho Bossi.
En cualquier caso, el líder de Alianza Nacional (AN), Gianfranco Fini, no dejaría ir muy lejos un nuevo Gobierno técnico de este tipo ni un nuevo Gobierno de Dini. De ahí que todos los pronósticos apunten a las elecciones anticipadas, con alguna pequeña duda sobre si se adelantarán al próximo 28 de abril o al mes de junio.
La misma reacción de los mercados, donde la lira perdío más del 1% frente al marco y otro tanto frente al ecu mientras la Bolsa cedía cerca de un 3%, indica a Scalfaro que la actual situación de incertidumbre no puede prolongarse más. Luigi Abete, presidente de la patronal italiana, la Confindustria, lo dijo de modo claro al afirmar que "es preciso superar rápidamente el actual callejón sin salida con las elecciones".
El Partido Democrático de la Izquierda (PDS) adoptó la posición oficial de que "no queda ya ningún margen para que la actual legislatura se prolongue". El fin de la legislatura fue señalado como la hipótesis más probable por los ex democristianos Pierferdinando Casini y Rocco Buttiglione, alíados de Forza Italia; por Giulio Maceratini, presidente de los senadores de AN, y por Vittorio Dotti, presidente de los diputado de Berlusconi.Cambio de posición
Todo ello ocurrió antes de que, a media tarde, el propio Berlusconi se desdijera de su propuesta de la víspera y, con un nuevo cambió de posición a los que últimamente se muestra habituado, proclamara en un comunicado solemne: "Llegados a este punto, la palabra debe volver a los italianos. Sólo las elecciones políticas pueden recomponer el tejido desgarrado de nuestra democracia y dar un Gobierno al país".
Si Scalfaro abre consultas, cabe dudar de que estas declaraciones públicas sean mantenidas por los líderes en privado. Hay precedentes de ese doble lenguaje. Los próximos a Maccanico dan, por ejemplo, una versión muy distinta a la oficial del fracaso de las negociaciones.
Más que por, divergencias sobre la reforma constitucional, dicen, la rúptura fue por diferencias sobre el tipo de ley sobre televisión o de solución a los problemas judiciales que pedía Berlusconi. Maccanico, en su dicurso oficial de renuncia, sí quiso dejar claro que los responsables del fracaso habían sido Fin¡ y Beriusconi.
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