La justicia italiana absuelve a quien fue juzgado por ser el 'monstruo de Florencia'

Pietro Pacciani, conocido como el monstruo de Florencia, fue absuelto ayer por un tribunal de apelación sólo horas después de que los fiscales que instruyeron el proceso de primera instancia en el que fue condenado a cadena perpetua ordenaran la detención de un presunto cómplice en uno de los siete asesinatos de parejas de que se le acusaba. La absolución de ayer, por no haber cometido los hechos considerados, se produjo con todos los pronunciamientos favorables del fiscal del juicio de apelación y revela una profunda división en el seno de la magistratura.La sentencia, por ello, no dejará de tener consecuencias más allá del caso concreto, ya que viene a atizar todas las polémicas sobre presuntos abusos atribuidos a los fiscales italianos desde que las investigaciones judiciales sobre corrupción alcanzaron a altos representantes de la política y las empresas del país.

Se da la circunstancia de que Pierluigi Vigna -el fiscal jefe de Florencia que dirigió la investigación sobre Pacciani desautorizada ayer por el tribunal de apelación- es uno de los magistrados más señalados en la lucha contra la Mafia y por sus simpatías hacia la izquierda.

La división entre magistrados con respecto al caso de Pacciani quedó en evidencia hace dos semanas, cuando Piero Tony, fiscal del juicio de apelación, abrió el proceso de segundo grado con una requisitoria en la que desmontó los argumentos del ministerio público en el primer juicio, por los que Pacciani fue condenado. Tony concluyó su intervención pidiendo la absolución del acusado, o, alternativamente, la revisión y ampliación de las pruebas.

Pacciani es un campesino de 70 años, basto y violento, condenado previamente por el homicidio del amante de una ex novia y por haber cometido estupro con sus propias hijas. Tras años de investigaciones infructuosas, de pistas fallidas y acusaciones retractadas, el fiscal Vigna y su equipo decidieron que Pacciani era el monstruo que, según los vecinos de la periferia de Florencia, cometió los siete asesinatos de parejas de enamorados registrados en campos de la zona entre 1968 y 1985, con un total de 14 víctimas. Pacciani siempre proclamó su inocencia.