Los obispos optan por el continuismo y reeligen hoy a Yanes como presidente

La opción de la Conferencia Episcopal por el continuismo favorece hoy la reelección como presidente de Elías Yanes, de 68 años. Los obispos no han echado aún campanas al vuelo por la posible victoria del PP, aunque la Iglesia podría entonces, según diversas fuentes, presionar en la enseñanza religiosa o el aborto. Menos esos escollos, las relaciones entre PSOE e Iglesia no han, sido beligerantes. El nuevo nuncio, Lajos Kada, confió ayer en seguir en contacto con el ministro de Educación, Jerónimo Saavedra, y en "una solución satisfactoria" para el problema de la relígión.

Elías Yanes fue elegido en 1993 como sucesor de Angel Suquía con 45 votos de los 77 emitidos. En esta LXV Asamblea Plenaria -que se clausura el próximo viernes- todo indica que obtendrá más entre los 81 obispos. No sólo porque la tradición de la Conferencia es reelegir para un nuevo mandato de tres años a quien ya ha desempeñado el cargo durante un trienio, sino porque la gestión de Yanes ha permitido una actuación episcopal "de mucha eficacia", como ayer definió entre bastidores el obispo de Sevilla, Carlos Amigo, que añadió que los "altibajos no siempre se han debido a la Conferencia".Yanes, aunque discretamente, callaba y otorgaba ayer sobre su reelección tras inaugurar la Plenaria. "Me encuentro dispuesto a lo que los obispos decidan de mí", dijo. "Lo que de verdad tengo ganas es dedicarme mucho más a mi diócesis

[Zaragoza, desde 1977], pero haré lo que los obispos me pidan".

El inicio de esta nueva singladura de la Conferencia, que puede ser coincidente con una nueva etapa gubernamental, presenta una superficie tersa, de mar en calma. Pero ya hay indicios de que en 1999 podría plantearse una pugna más abierta entre conservadores y progresistas, hoy impensable por la solvencia del mandato de Yanes y de su vicepresidente, Fernando Sebastián, obispo de Pamplona y Tudela.

Aborto y eutanasia

El discurso inaugural pronunciado ayer por Yanes puede interpretarse, salvando las distancias, como algo parecido a un programa. Yanes reafirmó por supuesto la fidelidad a la línea del Papa en l0a, necesidad de reemprender con nuevo vigor la evangelización", y en cuanto al "desafío" ante un "cientificismo" que "otorga en rigurosa exclusiva el uso de la razón a la razón científica" o al "desafio ético", que plantean a la Iglesia "desde el positivismo hasta la tesis postmoderna del pensamiento débil, pasando por las apuestas del nihilismo y los cientificismos varios que coinciden en deslegitimar especulativamente el discurso ético".

El nuncio vaticano, Lajos Kada, bajó más al ruedo en su saludo a la reunión de obispos. "Comprendo las dificultades que encuentran para aflorar los fenómenos de nuestro tiempo, de las que no se libra su país", dijo. "Me refiero a la descristianización y el materialismo, el descenso de vocaciones, la infravaloración de la vida, especialmente del no nacido o del enfermo terminal. A este respecto, les felicito por la celebración de la Primera Jornada proVida [el pasado 4], en plena sintonía con la preocupación y los deseos del Papa".

Como si el nuncio y el presidente se hubiesen repartido los papeles-más concreto uno, más institucional el otro-, Lajos Kada hizo un alto en el texto de su discurso y se refirió al problema de la enseñanza de la religión. Recordó haber tratado el terna recientemente "en mi primer contacto" con el ministro de Educación, y añadió: "Estoy dispuesto a seguir en este camino para llegar a una solución satisfactoria".

Los problemas sociales fueron abordados tanto por Kada como por Yanes. "Les animo además a seguir considerando como preferente en sus preocupaciones las lacras sociales de estos momentos, como son el paro, la pobreza, la violencia, la corrupción, los secuestros y

otras", dijo el nuncio. Y Yanes anunció que el próximo septiembre la Conferencia Episcopal organizará un congreso sobre La pobreza y sus desafíos para la acción evangelizadora de la Iglesia.

El balance de la gestión presidencial de Yanes ofrece un panorama generalmente pacificador con el Gobierno socialista. Pronto se entrevistó con Glonzález, rompiendo la tónica de su predecesor Suquía. Pero en el mandato Yanes la Conferencia no ha escondido su desagrado ante lo que los obispos ven como marginación de la enseñanza de la religión católica, y de igual modo se ha opuesto contundentemente a la ampliación de los supuestos legales del aborto, en línea con la creciente ofensiva del Papa contra lo que él llama "cultura de la muerte, es decir la permisividad social ante el aborto o la eutanasia.

La etapa Yanes presenta buenos resultados en otros aspectos. En 1995 el Estado -tras haberlo congelado en 1990- aumentó en un 3,5% la asignación a la Iglesia. En el campo de la enseñanza, los títulos eclesiásticos han sido homologados con los civiles.