Los Mundiales de la fe

Los Mundiales más deseados y costosos quedaron inaugurados anoche en Granada por el rey Juan Carlos. Sierra Nevada ha empezado a cumplir su sueño de ser la capital mundial del esquí durante dos semanas. Un año después del aplazamiento por falta de nieve, todo es distinto y casi perfecto, como ayer reconoció la Federación Internacional. Una ceremonia con toques andaluces y pirotécnicos, y a la que asistieron las más altas autoridades españolas y del deporte, fue el prólogo de las pruebas que comenzarán hoy con el supergigante femenino. El estadio de Los Cármenes granadino fue anoche todo un mitin electoral de presencias, aunque ni el presidente del Gobierno, Felipe González, ni José María Aznar, líder de la oposición, hablaron.Los hermanos Fernández Ochoa, Paco y Blanca, santo y seña del gran esquí español que fue y ya no es, hicieron de presentadores. Tras una evocación de la fusión de culturas granadina, fue especialmente emocionante escuchar a Miguel Ríos cantar su ya clásico Vuelvo a Granada y al barítono malagueño Carlos Alvarez entonar Granada. También intervinieron el cantaor Enrique Morente, recién llegado del Lincoln Center de Nueva York, y el ballet de Mario Maya, ambos con sus hijas, que representaron a la juventud granadina. La mascota Cecilio hizo de azafata. Representa a uno de los leones del Patio de la Alhambra. La televisión suiza en lengua alemana (DRS) incluso se ha traído un cachorro de tres meses, con este motivo.

Cincuenta y dos países, aunque muchos de ellos de forma casi simbólica (como España) desfilaron como participantes en los campeonatos. Ahí estuvieron las grandes potencias alpinas: Austria, que vuelve a dominar claramente destacada en conjunto (hombres y mujeres) por delante de Suiza, Italia, Noruega, Alemania, Francia, Suecia y Eslovenia. Aunque en un bajón ya crónico siguen Estados Unidos (salvo su especialista en descenso Picabo Street) y Canadá. España se sitúa en un puesto 16 (gracias a sus esquiadoras solamente, y gracias) por detrás también de Rusia, Luxemburgo, Nueva Zelanda, Liestchestein y Japón. Pero aún está por delante de Australia, Finlandia, Reino Unido y Polonia, todos los países que han puntuado, con alguno de sus hombres o mujeres, en pruebas de la Copa del inundo en esta temporada. Es un consuelo que todavía los hay peores e incluso otros que harán turismo en los mundiales: Andorra, Argelia, Argentina, Armenia, Bélgica, Bosnia (invitada especial), Bulgaria, Chile, Taiwán, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Georgia, Grecia, Holanda, Hungría, Irlanda, Islandia, Israel, Kazajtán, Líbano, Marruecos, Mongolia, Rumania, Ucrania y hasta los éxitos Brasil, México, Senegal o Uruguay, Granada y Sierra Nevada se han volcado en una empresa que tuvo un revés importante con el verano invernal de 1995 pero que ha podido sobreponerse y espera rentabilizar la inversión. El diluvio que desde hace unos meses invadió España despejó muy pronto (desde noviembre) cualquier duda de la repetición de un invierno tan anormal como el anterior insólito en 20 años. Esta vez, por ejemplo, nadie se acordó en la era El Portachuelo de Monachil, el municipio granadino donde está Sierra Nevada, de sacar en procesión la imagen de San Antón Abad para pedir la nieve. Ni tampoco en la cercana Guadix de pasear a la virgen de las Angustias y aSan Torcuato. Sin pedirla ha caído nieve sobradamente como no se recordaba hace 30 años. La máxima competición del esquí, a parte de los Juegos Olímpicos, está más que garantizada por nieve, pero ahora también hace falta que el mal tiempo no trastorne el calendario previsto, esta vez por exceso. El esquí vive siempre entre las grandezas y las miserias de la naturaleza, y nunca puede garantizarse el éxito total.

Desde luego, lo que no se puede es despreciar sin más, antes de los resultados, como hizo días pasados en una de sus muchas meteduras de pata, Alberto Tomba. Su carácter extrovertido le lleva también a ser la atracción negativa muchas veces sin. necesidad. Quizá se curaba en salud de su irregular temporada y de que al que no ser el que era puede irse de vacío de los Mundiales. En un programa de la televisión alemana se permitió decir sobre Sierra Nevada: "Diría que los campeonatos van a ser en Marruecos. Esas montañas dan la impresión de estar en África. Será muy difícil para mí ganar en ellas una medalla de oro". Si fuera por el año pasado en estas mismas fechas, la imagen podría parecerse a un paisaje desértico, pero fue absolutamente anormal. Ahora, Sierra Nevada no tiene nada que envidiar a ninguna estación del mundo. Su trabajo y dinero ha costado esta revancha granadina de la Expo. África y los montes Atlas están cerca, pero no aquí. Tomba puede hacerse fotos en calzoncillos para sus negocios, enfadarse porque se las hagan desnudo y tirar copas a un fotógrafo hiriéndole y por lo visto decir también tonterías.