Sin bajarse del autobús

Por la expresión de arrobo de los miles de asistentes y por la carga implícita en los discursos de la larga retahíla de oradores que precedieron a José María Aznar, parecía deducirse que todos estaban pensando lo mismo: "Esta es la nuestra". Galicia empezó a votar a los populares, antes que nadie, citando en el resto de España eran aún una fuerza semimarginal. Después de tan larga travesía, los, seguidores de Manuel Fraga esperan obtener una suculenta recompensa a partir del 3 de marzo, una fecha que el Gobierno gallego presenta ya como la oportunidad histórica del acabar con la "marginación" de esta comunidad.Además de Mariano Rajoy, integrado en el círculo de colaboradores íntimos de Aznar, los hombres de Fraga dan por seguro que habrá más gallegos en un eventual Gobierno del PP. Tal vez otro ministro, y seguramente secretarios de Estado en áreas de gestión de importancia estratégica para Galicia, como la pesca o la agricultura.

. Un buen bocado, como seguramente intuían los, militantes populares que ayer abarrotaron el palacio de Congresos para arropar al hipotético próximo jefe de Gobierno.

Si en el resto del país aún queda tela que cortar, en Galicia los populares ganarán sin bajarse del autobús. Los estrategas de Fraga incluso aventuran que conseguirán romper el techo de las últimas autonómicas de 1993, al superar por vez primera el 50% de los sufragios en las cuatro provincias.

Más resbaladiza es la cuestión de la rentabilidad, medida en escaños, que puedan obtener de tan apabullante victoria. Según los datos que maneja la dirección del PP gallego, en el peor de los casos ganarán un diputado, más por Orense y, en el mejor, otros dos por Pontevedra y La Coruña.

Tan despejado ven, los populares el panorama que Aznar sólo volverá a juntarse con Fraga durante la campaña en otra ocasión, precisamente en La. Coruña, donde la batalla con el PSOE aún tiene algo de interés.`

En el resto de Galicia no hay rival. Porque a todas las circunstancias negativas a las que se enfrenta el PSOE en España se une en la tierra de Fraga una disputa interna tan larga como encarnizada que no cesa de ofrecer a diario kilómetros de titulares jugosos.