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Francia instala un teléfono de emergencia para profesores agredidos Continúan los brotes de violencia en las escuelas galas

Enric González

La violencia en las escuelas de Francia empieza a convertirse en un problema grave. El martes de la pasada semana se produjeron incidentes en varios establecimientos escolares y la oposición socialista exigió al ministro de Educación, François Bayrou, que pasara "de las palabras a los hechos". Bayrou estableció la semana pasada un teléfono de emergencia para los profesores agredidos. Los socialistas reclaman más personal dedicado al mantenimiento del orden en los colegios.En el colegio Paul Painlevé, de Sevran (alrededores de París), un grupo de alumnos originó serios disturbios el martes. Empezaron apedreando las ventanas del centro y, cuando no hubo cristales que romper, se dedicaron a destrozar los automóviles de los profesores.

Un guardia jurado que se enfrentó con los alumnos (todos menores de 15 años) fue agredido en los incidentes. La policía, avisada por el director del colegio, fue recibida a pedradas. Tras un breve choque fueron detenidos dos alumnos del colegio y un tercer muchacho, estudiante en una escuela cercana. El colegio Paul Painlevé tuvo que ser evacuado.

Al mismo tiempo se produjo otro incidente en el colegio Ronceray, en Mans, al sur de París. El director del centro fue agredido por el hermano mayor de un alumno que acababa de ser expulsado al ser acusado de pertenencia a una banda de extorsionistas. En Dijon (Borgoña), otros dos profesores fueron atacados por un grupo de cuatro adolescentes cuando se encontraban en el despacho de la directora de la escuela elemental Grésilles.Cinco puntos de sutura

En Aubagne (sureste de Francia), el director adjunto de otro centro escolar fue golpeado por el padre de un alumno a quien habían robado el carburador del ciclomotor a las puertas del colegio. El director adjunto, Pierre Fages, de 57 años, necesitó cinco puntos de sutura en una ceja.

En la misma región, muy cerca de Marsella, una guardería fue saqueada durante la noche del domingo al lunes.

Mientras tanto, seguía la huelga de profesores en el colegio Jean-Baptiste Clément, de Colombes (suburbios de París), como protesta contra la agresión sufrida por el director del centro, golpeado igualmente por un adolescente.

Ante la oleada de casos de violencia en las escuelas, el ministro de Educación Nacional, François Bayrou, anunció la semana pasada la creación de un "teléfono de emergencia" al que podrían llamar, en caso de apuro, los profesores necesitados de asesoramiento.

También prometió para el próximo año el ministro de Educación mayor dotación de profesores y encargados de mantener la disciplina en los centros públicos situados en barrios conflictivos. El portavoz del Partido Socialista, François Hollande, exigió a François Bayrou que pasara "a los hechos" y que el aumento de efectivos prometido se realizara de forma inmediata.

Los recién presentados planes del gobierno francés para los suburbios con mayores problemas sociales consisten, en el apartado escolar, en una reducción de la jornada lectiva, que se reduciría a la mañana, y en la implántación obligatoria de deportes por las tardes.Los sindicatos de enseñantes consideran que esa idea implica una dejación de funciones y que las crisis de violencia en el seno de las escuelas francesas se harán más graves. Otra idea gubernamental, incluida en el proyecto de reforma del Ejército, que aún está en fase de estudio, contempla la creación de un "servicio civil" dedicado, entre otras cosas, al mantenimiento del orden en las escuelas.

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