Rectificación
En relación con la noticia publicada el 31 de enero de 1996 en la información loca de Madrid de este diario referida a mi sustitución como director facultativo de las obras del parque Juan Carlos I de Pinto, en la que se vierten determinadas informa ciones sobre mi quehacer profesional, me creo en el derecho a pedir la siguiente rectificación:Frente a lo que se afirma en dicha información, bajo, un titular que creo tendencioso, mi sustitución como director facultativo de tales obras por el pleno del Ayuntamiento de Pinto no tuvo lugar por "diversas deficiencias y por encarecimiento. del proyecto original", sino por motivos de reorganización interna de los servicios técnicos municipales, y previa renuncia expresa por mi parte a dicha dirección. Así se declaró en la sesión plenaria de referencia, como cualquiera podría haber verificado.
Por otra parte, y prescindiendo de otras inexactitudes menores a las que no estimo necesario dedicar atención, debo manifestarle que carezco de toda responsabilidad en las supuestas deficiencias o anomalías que parecen atribuírseme. No soy el redactor del proyecto de la obra en cuestión. Más aún, como director facultativo de las obras he debido corregir algunas deficiencias a las que se alude en la información publicada. Por ejemplo, los defectos con que fueron proyectadas las pistas de atletismo -que gracias a esas correcciones se podrán homologar- y las rampas de acceso a minusválidos, inicialmente no previstas en el proyecto y que se han realizado en todos los edificios y accesos bajo mi dirección. Además, no es cierto que las caballerizas no tengan sumideros ni que! el lago carezca de impermeabilización. En cuanto a la falta de sistema de oxigenación tampoco se contempló en el proyecto, ni la falta de iluminación de las pistas deportivas, opciones que fueron asumidas en su día por la corporación.
Tampoco responde a la realidad que el coste de las obras "se haya disparado" hasta los 1.400 millones. A este respecto, debo señalarle que con la última certificación firmada por mí el importe de la obra ejecutada ascendía a 692.590.294 pesetas, para un 85% del total de la obra, aproximadamente (y no un 60%, como su periódico dice). Cosa distinta y completamente ajena a mi competencia es el montante total de la inversión que la corporación desea efectuar en el citado parque, al margen del proyecto que se ejecuta, sobre lo que carezco de toda información.
Para terminar, deseo hacer hincapié en que el técnico al que se le ha atribuido la dirección facultativa de las obras tras mi renuncia se encuentra contratado temporalmente por el Ayuntamiento, siendo yo el titular de la plaza de arquitecto municipal.
Dado que el contenido y forma de la información difundida en su diario no responde a la verdad y lesiona sensiblemente mi imagen profesional, le ruego que publique la presente rectificación con la relevancia y' en los términos que establece la ley.
En cualquier caso, me reservo las acciones que me corresponden en defensa de mis derechos. Atentamente.-
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