El Escorial prefiere ampliar su conservatorio a tener un parador

La segunda Casa de Oficios del monasterio de San Lorenzo de El Escorial está en juego. Patrimonio Nacional, propietario del inmueble, ha recibido dos ofertas. La primera llega de la Red de Paradores de Turismo para hacer un hotel de 50 habitaciones, y la otra, de la Consejería de Educación y Cultura de la Comunidad para instalar una ampliación de su peculiar colegio-conservatorio, una experiencia única en España.

El alcalde de este municipio (10.500 habitantes), José Luis Peñalvo, del PP, apoya la propuesta de la Comunidad. Acompañó al consejero de Educación y, Cultura, Gustavo Villapalos, en una reciente visita, por el semirruinoso interior de la segunda Casa de Oficios, un edificio levantado en 1586. Tras, esa visita se desprendió la iniciativa de rehabilitar el inmueble para ampliar el singular, conservatorio-colegio de la Comunidad. Peñalvo cree además que un parador perjudicaría a los hoteles del pueblo.La iniciativa para extender el Centro Integral de Música a. la segunda Casa de Oficios, en. la Lonja del Monasterio, surge: del Ayuntamiento de la localidad y de la Consejería de Educación y Cultura.

Hasta ahora, la primera Casa de Oficios del Monasterio alberga el Conservatorio de Música de San Lorenzo de El. Escorial, propiedad de la Comunidad. Dentro del conservatorio está el Centro Integrado de Música. En este centro, los alumnos combinan la enseñanza, obligatoria normal con. el aprendizaje del instrumento que elijan. Este centro integra do es único en España. "Es experimental y funciona desde: hace dos años con unos resultados excepcionales", asegura Peñalvo.

Los profesores del centro comparten la opinión del alcalde: "Nuestra idea es convertir a San Lorenzo en un pequeño Salzburgo. Este es un centro pionero en España, no existe otro igual en nuestro país. Los niños podrán combinar la enseñanza básica con la musical de principio a fin", explica el profesor de música José de Felipe.

Lydia Rendón, jefa de estudios, comenta: "Normalmente, la enseñanza básica y la musical están separadas. Los niños que estudian música, primero asisten. a su jornada normal en el colegio y a la salida se trasladan a otro centro para las clases de música. El resultado es que los niños llegan a casa a las nueve de la noche, exhaustos y sin tiempo para hacer sus deberes. A la larga, ese ritmo rompe al alumno, que acaba por abandonar la música".

Además de respetar el número de horas lectivas ordinarias, el centro incluye de lunes a jueves dos horas de música. Sin embargo, la jornada es similar a la de cualquier otro colegio: de nueve de la mañana a cuatro y media de la tarde. "Aprovechamos las horas muertas que se pierden en la enseñanza obligatoria para las clases de música", señala De Felipe.

El Centro Integrado de San Lorenzo tan sólo cuenta con dos aulas y un total de 27 alumnos: 15 en primero y 12 en segundo. A los alumnos no les cuesta un esfuerzo extraordinario combinar ambas enseñanzas. Así, Berenice, alumna de segundo curso, con nueve años, estudia cuarto de primaria y toca el violonchelo y el piano. "Quise estudiar música porque desde pequeña me gustaban los conciertos. En este colegio estudio como todos los niños y además sigo con la música", comenta.

La lista de espera para entrar en el Centro Integrado "es larguísima", señala De Felipe, quien continúa: "Necesitamos la segunda Casa de Oficios para hacer más clases para todos aquellos alumnos que quieran seguir esta línea educativa". Las pruebas de entrada al Centro Integrado de Música se desarrollan en junio, en el Conservatorio de San Lorenzo de El Escorial.