"En Madrid se fuma demasiado"
"Espero que la pasen tan bien viendo esta obra como yo la pasé al escribirla". Con esa gramática melíflua, el escritor peruano con pasaporte español sonoriza sus mejores deseos para la función- teatral de su novela, Pantaleón y las visitadoras, protagonizada por Fernando Guillén. Vargas Llosa, (Perú 1936), tiene en Londres su domicilio oficial, en Arequipa, Barcelona, Lima y París, el marco de su memoria, y en Madrid, un hotel que cumple a rajatabla las funciones de hogar". Desde el pasado 15 de enero, Mario Vargas Llosa repite con más frecuencia el trayecto Londres-Madrid para asistir a las sesiones de la Real Academia de la Lengua Española, un trabajo que le alegra por un sinfín de razones, por ejemplo, la de visitarnos más. Sin embargo, con ser ésta una de sus ciudades favoritas, sabe, como diría Oscar Wilde, que de Madrid lo resiste todo menos las tentaciones.Pregunta. ¿Tiene ya alguna manía relacionada. con esta ciudad?
Respuesta. Manías, todas. La rutina es la primera de ellas. Necesito trabajar siempre la misma hora y en el mismo lugar. Repetir ambientes me ayuda a recapturar el estado de ánimo con el que dejé de escribir el día anterior. Puede que eche un poco de menos la costumbre londinense de madrugar para ir a correr o caminar por el parque.
P. ¿No puede hacerlo en Madrid?
R. No tengo tiempo, aunque sí lugar. Y excelente, nada menos que el Retiro. Cuando yo viví en Madrid de joven, eso de hacer ejercicio en la calle no se llevaba nada.
P. ¿Por qué sigue hospedándose en el mismo hotel?
R. Porque es muy céntrico, está a un paso de los museos, librerías y muy cerca de mis amigos. Y, sobre todo, está al lado del que fue mi verdadero barrio de Madrid, el de Salamanca. Yo vivía en la calle del Doctor Castelo.
P. ¿Cuándo tendrá casa en Madrid?
R. No vivo aquí por una razón práctica. Temo, que en Madrid me sería imposible trabajar. En esta ciudad, los escritores están muy solicitados: charlas, conferencias, presentaciones de libros, estrenos. Yo no sé decir que no. Y luego están las tentaciones, sucumbo a ellas con muchísima facilidad. En Londres me resulta más sencillo quedarme en casa.
P. ¿Qué relación hay entre Madrid y su obra?
R. Mi primera novela, Los jefes, de 1959, nació en un cafetín de Menéndez Pelayo llamado El, Jute. Ahora es un bar moderno.
P. Ha prometido ser cumplidor en la Academia,.
R. Lo haré con gusto, y no digamos mi mujer que es una madrileñista militante. Lo único que no soporto de Madrid son los humos. Aquí se fuma demasiado.
Pantaleón y las visitadoras. Del 24 de enero al 31 de marzo, en el Centro Cultural de la Villa. Plaza de Colón, metro Colón. 1.800 pesetas. Consultar cartelera.
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