Santa María advirtió al PP que su declaración ante el Senado podía ser "objeto de escándalo"

"Estaba dispuesto a ir a la comisión GAL y a contestar todas las preguntas, por eso prefería que la comparecencia fuera a puerta cerrada, ya que mis contestaciones podían ser objeto de escándalo". El teniente general José Antonio Sáenz de Santa María, destacado responsable de la lucha antiterrorista con UCD y con el PSOE, explicó ayer a EL PAIS el contenido de la entrevista que mantuvo con los ex altos cargos del Interior y hoy dirigentes del PP Rodolfo Martín Villa y José Miguel Ortí Bordás 48 horas antes de que el Grupo Popular liquidase la comisión de investigación del Senado. El general asegura que la reunión fue cordial y "en ningún momento se desarrolló en un tono de amenaza por ninguna de las dos partes".

Sáenz de Santa María, de 76 años, acudió ayer como cada día a su despacho de asesor en la Secretaría de Estado de Interior. Toda la mañana recibió llamadas de medios de comunicación que pedían su versión de la entrevista celebrada el 29 de noviembre con dirigentes del PP que tuvieron responsabilidad en la lucha contra ETA.La amenaza que supuestamente planteó el militar en aquella reunión de revelar datos sobre la guerra sucia durante la etapa de UCI) llevaron al PP a liquidar la comisión GAL, que semanas antes había impulsado en el Senado, según dijeron el jueves el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, y el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono.

Sólo después de que Martín Villa y Ortí Bordás diesen explicaciones públicas sobre el encuentro, accedió el general a ofrecer sus puntualizaciones sobre la polémica reunión. Antes habló por teléfono con Martín Villa, a quien negó que él hubiese dicho nunca que amenazó a sus interlocutores con presentar datos sobre actuaciones ilegales contra ETA en tiempos de UCD y al que reconoció que no podía saber si existía relación entre el encuentro y la decisión del PP de cerrar la comisión GAL.

"Mi comparecencia la pidieron el PP, el PNV e Izquierda Unida", explica Saénz de Santa María a El PAÍS. "Se presentaba el problema de si se iba a investigar sólo desde 1983 en adelante o también la etapa anterior, que es lo que pretendía el PNV, e igualmente se di:3CUtía si se trataba de investigar a funcionarios o a políticos".

"Yo no sabía en calidad de qué se me llamaba, y me sorprendió saber que el PP sólo pretendía indagar sobre lo ocurrido en 1983 [año del secuestro de Segundo Marey y la desaparición de Lasa y Zabala], ya que en aquel tiempo yo estaba de capitán general en Barcelona y, sin embargo, no se citaba a mi antecesor en la dirección de: la Guardia Civil, Aramburu Topete", agrega. "Cuando comenzó la comisión, el ex director de la Policía Rafael del Río, el comisario Enrique de Federico y el general Francisco de Fuentes [encargados de investigar el caso Lasa-Zabala] declararon a puerta cerrada".

"Al enterarme, por los senadores del PSOE, de que mi comparecencia iba a desarrollarse a puerta abierta, intenté que no fuese así, sino que, en analogía con las anteriores, se hiciese a puerta cerrada. Para ello me puse en contacto con el señor Martín Villa [ministro de Interior de julio de 1976 a marzo de l979]", afirma el militar.

Según el general, "a la reunión asistió también el señor Ortí Bordás, vicepresidente del Senado [y subsecretario de Gobernación con Martín Villa]. Tengo que decir que en ningún momento se desarrolló la entrevista en un tono de amenaza", asegura.

"Sí es cierto que les hice ver que, si yo declaraba a puerta abierta, todo lo que declarase, especialmente a preguntas del PNV [interesado en la guerra sucia durante la etapa de UCD], podía ser objeto de titulares llamativos o escandalosos, porque yo no podía negarme a contestar ninguna pregunta cuya respuesta conociese". "Este fue el problema que les planteé", concluye el general, "y no tuve más noticias sobre el tema hasta que me enteré de que la comisión había sido disuelta".

El militar desmiente, sin embargo, que pidiese un trato de favor por parte del PP durante su comparecencia. "El trato de favor al que al parecer se refieren es mi deseo de declarar a puerta cerrada", afirma.

También niega que tuviese inconveniente alguno en acudir a declarar ante la comisión. "Estaba dispuesto a ir y a contestar todas las preguntas. Precisamente por eso prefería que la comparecencia fuera a puerta cerrada, porque mis contestaciones podían ser objeto de escándalo".

A su juicio, "estas investigaciones no deben ser utilizadas en la lucha electoral y no cabe duda de que la comisión GAL, impulsada por el PP, tenía ese objetivo".

Réplica a Álvarez Cascos

Respecto a las críticas que le ha dirigido Álvarez Cascos, recuerda que ya tuvo que querellarse contra él por responsabilizarle de la muerte de Lasa y Zabala. Posteriormente, en declaraciones a la cadena SER, el general replicó: "En cuanto a catadura moral, [Álvarez Cascos] debe ser un experto. Me gustaría saber dónde estaba el 23-F. Su origen político está cerca de los que estaban dentro del Congreso". El militar añadió que si el número dos del PP hubiera estado dentro del Parlamento, el general Alfonso Armada sería ahora presidente del Gobierno tras el triunfo de los golpistas.

Sáenz de Santamaría aseguró que nunca recibió una orden ilegal de José Barrionuevo cuando trabajó a sus órdenes. Cuando se le preguntó si UCI) se habría visto en los mismos aprietos que ahora el PSOE si en su momento se hubiera investigado la lucha antiterrorista, Sáenz de Santa María respondió: "No, porque [entonces] no estaban determinados personajes de ida y vuelta". Al pedírsele que detallara, sólo aceptó dar la inicial de un apellido: B. No concretó si se refería a Juan Alberto Belloch, que llegó a la política desde la judicatura.