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Los nuevos padres españoles, con 29 años de media, son afectivos y poco autoritarios

Las jóvenes parejas educan a sus hijos para que sean solidarios, honrados y seguros

Los padres españoles, de niños menores, de seis años, tienen una media de 29 años, son poco autoritarios, afectivos, muy influyentes, aunque permisivos y educan por igual a niños y niñas. Estos son los resultados del estudio Valores y pautas de la crianza familiar realizado por la Fundación Santa María y dirigido por un equipo interdisciplinar. ¿Qué saben los padres sobre el desarrollo conductivo de sus híjos? Al parecer, no mucho. A los nuevos, padres les preocupa en primer lugar que sus hijos carezcan de lo necesario (78,9%), seguido de los abusos sexuales a menores (61,2%).

Las nuevas parejas ya no son tan jóvenes como los padres primerizos de décadas anteriores y la jerarquía de valores que intentan inculcar a sus hijos también, ha variado. "Son unos padres influyentes pero permisivos, potencian la autonomía y libertad de los niños y no distinguen entre niños y niñas". Estos padres creen que, cuando castigan, deben explicar a sus hijos los motivos, pero no se consideran un modelo a seguir. Además, muchos consideran a sus hijos una "inversión", por lo que les ofrecen la mejor atención y educación que pueden,.pero el 65% dicen que tienen sólo un hijo "porque criarlos cuesta mucho dinero", dice Petra María Pérez Alonso Geta, profesora de Antropología de la Educación de la Universidad de Valencia y directora del estudio.

Empiezan por desear que sean honrados (un 95,7%), que estudien para conocer (el 84,1%), que sean solidarios (82,5%) y seguros de sí, mismos para conseguir. lo que quieran (78,4%). Sin embargo, lo que menos les preocupa a la hora de educar a sus hijos son los valores religiosos (8,9%) y las ideas políticas (2,5%).

"Se constata un cambio, tanto de mentalidad como de estrategias, hay una mayor consideración con la infancia y un claro abandono de las formas más autoritarias de décadas anteriores", dice Pérez Alonso-Geta.No muy bien informadosSegún las conclusiones del estudio, los nuevos progenitores están muy bien informados sobre cuestiones como el desarrollo motor de los niños, pero saben, poco de otro tipo de evoluciones de sus hijos como el desarrollo del lenguaje, el de la inteligencia o el desarrollo social, lo que les lleva, a menudo, a tener comportamientos erróneos.Sin embargo, estos padres están muy interesados en informarse y lo hacen preguntando al pediatra, a sus familiares y amigos o consultando revistas especializadas.

La muestra de la Fundación Santa María se ha realizado entre 1.200 individuos (el 70% madres y el 3 0% padres) y tiene un nivel de error de un 3%. Los resultados señalan que para estos jóvenes padres es, muchísimo más importante que los niños crezcan sanos (86, 1 %) y que sean felices (85,3%), que, por ejemplo, sean inteligentes (6,8%).

Margarita Vidal Lucena, psicóloga, profesora y terapeuta en el Instituto Calasanz de Ciencias de la Educación, explica que los padres "saben que cuando.los niños cumplen alrededor del año deben empezar a andar o que antes de los cuatro años tienen que enseñarles a vestirse". "Sin embargo", añade esta psicóloga, "no saben qué hacer cuando los.niños no hablan bien, ante las rabietas o cuando pegan".

En cuanto a las creencias erróneas, el 85,6% sabe que los niños deben hablar entre el año y los dos años, "pero cuando intervienen lo hacen de forma incorrecta, ya que, por ejemplo, les hacen más caso hasta los tres años y luego, se relajan, precisamente cuando aparece el lenguaje y empieza a ser necesario corregirles", dice Margarita. Vidal. Además, según el estudio y contra lo que creen los padres, coger en brazos a los niños es positivo porque favorece el desarrollo motor."Los padres tampoco saben con certeza cuándo se puede razonar con un niño (el 24% creen que a partir de los, dos años y el 20% que a los tres), pero es imposible razonar con los niños tan pequeños, aunque te entiendan", señala Vidal. Ante las rabietas,el 30% de los padres de niños menores de seis años intentan razonar con ellos y el 11,5% le dan un cachete.

"Los padres dicen en. las consultas que buscan información sobre estas cuestiones, pero que muchas veces no la encuentran", matiza Petra Pérez. Para Vidal Patena , "el problema es que no hay psicólogos que trabajen con los pediatras, que existe una falta de preverición primaria". Y da tres recomendaciones clave a estos padres: paciencia (porque aprenden poco a poco), comprensión (son muy pequeños para entender algunas cosas) y firmeza (para hacerles sanos y humanos).

Estos jóvenes padres combinan los distintos datos que buscan, en diferentes lugares. El 85,6% pide información a los especialistas, el 57,8% piden consejo a los abuelos de los niños y a sus amigos.

"Obtienen la información que no conocen de los especialistas, pero los consejos familiares son los que determinan cómo van a actuar", explica Vidal Lucena. Llama también la atención que sólo el 57% de los padres consideran que es adecuado hablar "siempre" con los hijos, cuando es lo correcto.

Dormir con papá y mamá

Uno de cada cuatro niños menores de seis años duerme esporádicamente con sus padres, algo poco recomendable según los expertos. "No deberían dormir con los padres a partir de una edad, pero tampoco es bueno pedir a los niños, de repente, que duerman solos en una habitación", opina la psicóloga Vidal Lucena.. "Cuando el niño empieza a dormir en una habitación aparte, se le debe acompañar desde que se mete en la cama hasta el mismo momento del sueño, tiempo que suele durar una media hora".

Hay además algunos niños que duermen con sus padres todos los días, el 7% de los pequeños de dos a cuatro años y algunos más de los de cinco y seis años.

. Hay otros niños que, aún siendo ya mayores, siguen durmiendo en la misma habitación que sus padres (uno de cada cuatro, entre los que tienen seis años). Esa es también una práctica bastante común para los menores, de seis años. Lo hacen todos los días el 42% de los niños de entre dos y seis años.

Otra cuestión que queda demostrada en el , estudio es que cuanto más pequeña es la población en la que vive la familia, más habitual resulta que padres y niños duerman en la misma habitación.

Según el estudio, los padres españoles "tienden a considerar el sueño de los pequeños como una función puramente biológica, olvidando su componente emocional y relacional".Los especialistas dejan patente su "preocupación por que las confusiones existentes respecto al sueño propician actitutes que son motivo de trastornos". Un dato a destacar es el aumento del insomnio entre los niños.

Los nuevos padres están preocupados (el 61,2%) por los abusos sexuales. Y es que cuando la relación entre la víctima y el agresor es de parentesco "las relaciones producen más impacto en el menor", según el estudio.

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