El Príncipe estrena el 'Cambio global'

Cuando el príncipe Felipe entró ayer, a las cinco y media de la tarde, en la exposición Cambio global, un pavoroso contador marcaba que en la Tierra éramos, en ese preciso momento, 5.752.608.144 personas. Cuando salió, una hora después, éramos ya 5.752.657.740; o sea, un crecimiento equivalente a, por ejemplo, la población de San Sebastián de los Reyes (Madrid)., Respondiendo a su interés por la protección del medio ambiente, el príncipe de Asturias inauguró ayer la muestra Cambio global, que permanecerá abierta hasta finales de agosto en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, en Madrid.La exposición, producida por el Museo de Arte y Tecnología de Bonn, ofrece un comprometido futuro para el planeta. Don Felipe centró su interés en los datos sobre el crecimiento- demográfico del planeta.Arte y ciencia

Presentada como "la mayor producción europea que se ha realizado sobre el medio ambiente" ofrece una visión artístico-científica de 15 de los problemas más acuciantes que padece la Tierra: desde el cambio climático y el ascenso del nivel del mar hasta el agujero en la capa de ozono, la extinción de los bosques, la regresión del Mar Aral, la superpoblación y el poder atómico (hoy en día existen 51.000 armas y 857 centrales nucleares).

Además, Cambio Global contiene impactantes imágenes del planeta azul. Gracias a los precisos datos que durante los últimos 30 años han proporcionado los satélites espaciales norteamericanos y europeos, los visitantes de Cambio Global pueden contemplar cómo es la Tierra, de día y de noche, su evolución, sus pálpitos y su fragilidad.

Uno de los mayores logros de la exposición es, como destacan los organizadores del museo, "la colaboración sin precedentes entre artistas e ingenieros para dar al mensaje una expresividad única, que acerca la complejidad de, los temas tratados a la comprensión de todos los públicos".

El Príncipe de Asturias, que estuvo acompañado en su visita por el ministro de Educación, Jerónimo Sáavedra, y el vicedirector de exposiciones del museo, Francisco de Blas, se mostró especialmente sorprendido por las imágenes captadas por los satélites.