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Hillary Clinton declara hoy sobre un supuesto ocultamiento de pruebas

Antonio Caño

Hillary Clinton responderá hoy ante un gran jurado a preguntas sobre unos documentos misteriosamente aparecidos este mes en un despacho del área residencial de la Casa Blanca al que sólo tienen acceso ella, el presidente, el servicio y los amigos de más confianza. La primera dama intentará demostrar que. no conocía el paradero de esos documentos y que, por tanto, no es sospechosa de encubrimiento de pruebas.

¿Cuál es la importancia de esos documentos? ¿Por qué podría Hillary Clinton haber tratado de ocultarlos durante dos años? Los documentos incluyen las facturas que. el despacho de abogados en el que ella trabajaba en Arkansas en los años ochenta pasó a la firma financiera Madison Guaranty, de la que era dueño Jim McDougal. Esas facturas parecen demostrar que Hillary personalmente tuvo una intensa relación laboral con Madison. Para entender el significado de esa relación hay que remontarse a 1978, el año en el que los Clinton y sus amigos los McDougal invirtieron en un terreno de algo menos, de 100 hectáreas, conocido como Whitewater (que en inglés significa Rápidos de agua). La idea era la de construir una urbanización turística, pero el proyecto fracasó, y los Clinton declararon haber perdido unos 68.000 dólares (8,4 millones de pesetas).

Jim McDougal, que desde 1982 era propietario de Madison, había ayudado en algunas ocasiones a recolectar fondos para las campañas electorales que el gobernador Clinton tenía que afrontar cada dos años en Arkansas. La investigación del caso Whitewater trata de averiguar si se utilizaron también fondos de Madison para cubrir las pérdidas de Whitewater, e incluso para ayudar a Clinton a pagar sus deudas de campaña.

Lo que sí es un hecho probado es que en 1985 la firma en la que. trabajaba Hillary, Rose Law, ayudó a Madison a demostrar su solvencia ante un auditor nombrado por el gobernador. De tal manera que la esposa del gobernador representaba a la persona que era investigada por el propio gobernador, que además era amigo de ambos. Madison obtuvo la declaración de solvencia, y con ello, acceso en condiciones preferenciales a grandes negocios. Uno de esos negocios se llamaba Castle Grande.

Solo cuatro años más tarde, en 1989, se comprobó que Madison no era tan solvente. La firma financiera se declaró en bancarrota, y el Estado de Arkansas tuvo que acudir con 47 millones de dólares de los contribuyentes a tapar el agujero. Jim McDougal es procesado por fraude.Suicidio

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Los Clinton trataron entonces de olvidar el episodio hasta que las primeras menciones del conflicto aparecieron en el diario The New York Times en plena campaña electoral de 1992. Todo se complicó con el suicidio, en julio de 1993, de un abogado de la Casa Blanca, Vicent Foster, viejo amigo de los Clinton, que era quien tenía control sobre los papeles de Whitewater.

Desde entonces se han desarrollado varias investigaciones, tanto por la vía de fiscales especiales como de comisiones del Congreso, aunque todavía no se ha podido demostrar que los Clinton hicieran nada ilegal. Pero hay numerosos aspectos que siguen estando oscuros:

- ¿Fue desviado dinero de Madison para las campañas de Clinton?

- ¿Ayudó después Hillary Clinton a Madison como compensación por esas aportaciones?

- ¿Trataron luego los, Clinton de ocultar o destruir las pruebas de su relación con Madison?

La teoría de Alfonse D'Amato, el presidente del comité investigador del Senado norteamericano, es que Hillary Clinton mandó sacar los documentos sobre Whitewater del despacho de Foster la noche del suicidio y que los ocultó durante dos años hasta que los dejó donde ahora han aparecido misteriosamente.

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