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Asuntos Sociales y la Fiscalía de Menores de Sevilla sólo se interesaron por uno de los jóvenes del 'pub Arny'

La Consejería de Asuntos Socia les y la Fiscalía de Menores de Sevilla únicamente tomaron me didas para conocer la situación de uno de los jóvenes -con un delito de sangre- implicado en la red de corrupción de menores desarticulada en el pub Arny de la capital andaluza. La consejería reconoció ayer que sólo recibió una comunicación judicial sobre el citado joven el 15 de febrero del 1995, que contestó a los siete días. Sin embargo, la Junta no se interesó de oficio por el resto de los menores del pub, que supera la veintena, ni investigó su situación familiar. Asuntos Sociales negó ayer que haya recibido oficio judicial alguno sobre la situación del resto de los menores. Aurora Atoche, delegada del departamento en Sevilla, negó haber desoído el requerimiento de la juez, quien se limitó, dijo a solicitar información sobre un joven de 17 años, a punto de cumplir los 18, sin que el escrito contuviera petición alguna de que la Junta asumiera la tutela del menor, cuya familia "estaba en una situación normalizada".La Fiscalía de Menores, por su parte, aseguró ayer que también había intervenido únicamente en el caso del mismo menor, aunque se amparó en el deber de proteger a los menores para no facilitar más información. Fuentes judiciales reiteraron ayer las dificultades de coordinación con la Administración autónoma en materia de menores y que ésta, en cualquier caso, debía haber actuado de oficio al saltar el caso en noviembre pasado. Otros medios apuntaron para no comentar el asunto que "no se trata de abrir ahora una guerra entre administraciones, sino de proteger a los menores".

Mientras, el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, aseguró ayer en Almería que la red de corrupción de menores descubierta en el pub Arny de Sevilla no constituye un caso aislado. Las fuerzas de seguridad están investigando, según el ministro, tramas similares en otras provincias españolas -que no concretó-, en las que también se utilizan jóvenes, informa Tereixa Constenla. "Constituyen delitos muy graves", comentó Belloch en alusión al caso Arny.

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