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"Mi película da confianza y orgullo a las mujeres afroamericanas"

Andrés Fernández Rubio

Consumado actor, Forest Whitaker fue protagonista de Bird e intérprete en películas como Juego de lágrimas, Smoke y Sospechosos habituales. Ahora, acaba de estrenarse en España su primer largometraje como director, Esperando un respiro, que se ha convertido en un fenómeno racial en Estados Unidos. Mujeres negras, y muchas blancas, van en grupos a ver la película y luego organizan cenas y fiestas, como las. actrices de la película, para contarse las penas. "Es una de las primeras veces que se ven reflejadas en la pantalla de una manera libre", dice Whitaker, "en sus momentos privados, íntimos con sus esperanzas y sus sueños. Pienso que el conjunto de la película crea un sentimiento de, confianza y orgullo entre ellas".Whitaker dice sentirse especialmente satisfecho de que Esperando un respiro haya cruzado la barrera racial y haya muchas mujeres blancas que se identifican con sus actrices -Whitney Houston, Angela Basset, Lela Rochon y Loretta Devine- En la película, ellas no interpretan a afroamericanas dependientes de los subsidios gubernamentalel, a marginadas adictas al crack ni otros personajes tópicos asociados a los guetos negros y a las víctimas del racismo estadounidense. Los personajes seguidos por la cámara de Forest Whitaker son profesionales liberales que llevan una vida normal -con sus amoríos y consiguientes decepciones habituales- en Phoenix, una ciudad del interior.

"Esperaba que la película fuera bien, pero no que se convirtiera en un fenómeno social", comenta Forest Whitaker, un hombre grande, obeso y cálido, con el pelo casi rapado, que se expresa con rapidez y seguridad pero sin la actitud más crítica y radical de colegas suyos como Spike Lee. "Sabía que si tenía éxito abriría el. cauce para que surgieran otras películas del mismo estilo de diferentes culturas, como así ha sucedido", añade. "Pero lo más grande e inesperado para mí han sido las reacciones en los cines en Estados Unidos. Se ha producido una respuesta interactiva, con espectadores que les gritaban a los personajes que no hicieran. determinadas cosas o actuasen de determinada manera".Personaje odiado

La película, de estructura sencilla e historias didácticas, fáciles y moralistas, está basada en la novela de Terry McMillan. Hay un personaje, el del hombre negro atrapado en el universo anglosajón, que abandona a su mujer para irse con una blanca. "En el libro es el personaje que la gente odia; yo, particularmente, no le odio", señala Whítaker. "Es un hombre que para triunfar ha aceptado todo lo que él mundo dice que son los elementos que constituyen el éxito: un gran trabajo, un gran coche, una casa agradable..., en una comunidad, la financiera, que es blanca".

Forest Whítaker dice que no cree que ese hombre sea horrible. Lo que él considera positivo es el hecho de que las comunidades negra, oriental o hispánica de Estados Unidos están "asimilándose a si mismas y viviendo y desarrollando su propia cultura para salir adelante en todos los sentídos, también en el financiero". Lo que defiende la película de Whitaker es el sentido íntegrador de valores como la amistad y la solidaridad, "y no el Dios del dinero", según dice.

El principal atractivo de la película de Whitaker quizá sea el cariño con el que están tratadas las actrices. "Ellas, definitivamente, confiaban en mí porque yo soy actor", afirma Forest Whitaker. "Se daban cuenta de lo importante que era para mí que ellas lo hicieran bien. Trabajé muy duro para que así fuera y fuimos muy meticulosos para que salieran guapas".

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