_
_
_
_

"Grita ¡arriba España!", le ordenaron a David González antes de asesinarle

David Emilio González Rubio, de 20 años, murió apuñalado de madrugada en Madrid (véase EL PAIS de ayer) por resistirse a corear las consignas que le ordenaba un grupo de jóvenes violentos, según han explicado sus amigos. Los acompañantes de la víctima aseguran que un grupo de cuatro rapados les desafió a las 0.50 del sábado para que gritaran "¡arriba España, arriba Franco!" cuando caminaban de vuelta a casa por el paseo de Moret (barrio dé Moncloa). La policía, sin embargo, no ha identificado a los autores como rapados, y en cambio sí tuvo fichado como tal a la víctima por una pelea ocurrida en 1993. Amigos y familiares del apuñalado reconocieron ayer su carácter impulsivo, pero negaron que formase parte de tribu urbana alguna. "Era un chaval normal, nada violento, y esquivaba las peleas", aseguraron sus compañeros.Según la Jefatura Superior de Policía, los autores del crimen fueron cuatro bakaladeros (aficionados a la repetitiva música bakalao), sin precisar cualquier otra característica común. "Los que mataron a David eran cuatro rapados, pero no llevaban símbolos nazis", explicaron los acompañantes del fallecido. Los investigadores escucharon ayer el testimonio de sus amigos, tres de los cuales resultaron también heridos en la reyerta, ocurrida a diez metros de la salida de la multiestación de transportes de Moncloa (confluyen allí el metro y diversas líneas de autobuses). La zona donde se produjo la agresión es un lugar de encuentro de miles de jóvenes, y en ella se han producido ya una docena de agresiones de rapados en los últimos seis meses.

Más información
Tres 'David' contra Goliat

En la reyerta, David Emilio -Emi para sus amigos- recibió una puñalada en el pecho y otra en el glúteo. La herida superior fue letal. Según los médicos del Samur (urgencias municipales), el arma blanca penetró en la cavidad cardiaca y le causó la muerte instantánea. Los homicidas huyeron hacia el parque del Oeste. Aríoche no habían sido identificados.

Según la policía, la pandilla de David, compuesta por cuatro chicos y dos chicas, se vio implicada en la pelea de forma casual. "Nos tocó a nosotros como le podría haber ocurrido a otras personas", explicaron.

PASA A LA PÁGINA 3

Tra un jugador de fútbol luchador, pero no violento% dice el entrenador del equipo de David

1

David y sus amigos habían pasado la noche del viernes celebrando un cumpleaños en la zona de copas de Aurrerá. "Fue un día entretenido, sin problemas", aseguró uno de sus amigos. Hacia las doce y media decidieron regresar a casa. La pandilla, se dividió. Un grupo volvió a casa en metro; el otro, cuatro chicos y dos chicas, se dirigió al coche para volver a su barrio, la colonia de Almendrales, situada J unto a la carretera de Andalucía en el distrito de Usera.

Junto a David caminaban sus compañeros del equipo de fútbol, Petu, Milti, la novia y la hermana de éste y Sergio. El Milti, con un ojo hinchado por los golpes, explicó ayer que se toparon con los agresores: "Dos rapados nos gritaron delante de nosotros que dijéramos sus lemas. No les hicimos caso, y luego se nos echaron encima". "En medio de la pelea", prosigue, Ilegaron otros dos rapados, uno de ellos apuñaló a Emi con una gran navaja que tenía un puño americano

Una de las amigas se abalanzó sobre David para protegerle. No pudo evitar la agresión. Los amigos de Emi se asustaron al ver la sangre. "No pudimos seguirles porque en ese momento estábamos más pendientes de nuestros amigos". Sergio y El Milti recuerdan aún la cara de uno de los agresores. "Uno de ellos tenía perilla, vestían normal, pero daba la impresión de que iban puestos de pirulas". "Nosotros no pertenecemos a ninguna banda, y a esos tíos no los habíamos visto en la vida".

Tres amigos heridos

Los tres amigos que acompañaban a David resultaron heridos. Sufrían magulladuras y golpes en la cara. Ayer por la mañana recibieron el alta médica en el hospital de La Concepción.

"Hemos estado revisando las fichas policiales para identificarlos, pero no hemos reconocido a ninguno", señalaron.

Según la Jefatura Superior de Policía, el nombre de David figura en la lista de individuos fichados por el grupo de tribus urbanas de la Policía Judicial. "Estuvo implicado en una pelea hace 'dos años y figura como rapado", explicó un portavoz policial. Los agentes no especificaron el incidente.

Ayer tarde, amigos y familiares lloraban por David. Todos estaban indignados con la policía por vincularle con grupos violentos. "No comprendemos cómo pueden decir que es un rapado, es incomprensible, era un chico normal, cariñoso, que evitaba los problernas", explicó su tía. Su padre estaba más exaltado. "¡Tranquilo, que todos sabemos cómo era Emi", le decían varias personas. Sus amigos también se ofendían al oir la palabra rapado. "Él sólo había pertenecido de pequeño a la Escuela Deportiva y Cultural del barrio", aclaró una, de sus amigas. "Odiaba la violencia; eso sí, si se metían con el, se defendía como el que más". Emi acudía todos los domingos al estadio Bernabéu, donde se situaba en el fondo sur (cerca del grupo Ultras Sur, pero sin integrarse en él), según señaló ayer a esté pe riódico el presidente de su club, Diego Rubio.

El fútbol era su pasión. Jugaba como delantero centro en el Club Deportivo La Mancha, un equipo de Tercera Regional enclavado en el barrio de Usera. Durante varios años llegó a dirigir un equipo de fútbol sala. Su entrenador, Francisco Sánchez, le recuerda por su entrega constante. "Era un jugador muy luchador, nada violento, muy constante, del estilo de Carlos, el jugador del Oviedo". "Sólo le habían expulsado dos veces, y fue por protestar", añadió. Según sus compañeros de equipo, era un delantero intuitivo, fuerte, muy constante. Diego Rubio, presidente de la Agrupación Deportiva La Mancha, se emocionaba cuando le recordaba.. "Era un chico estupendo". Los 13 equipos del club han suspendido este fin de semana los encuentros. La semana próxima le rendiran un homenaje.

David repetía COU en el colegio religioso del barrio, Mater Purísima. Era hijo único. A raíz de la separación de sus padres, vivía con su madre y su abuela.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_