Radiografía de los comicios

Yasir Arafat verá hoy materializado su sueño de entrar en el club de los demócratas con la culminación de una larga, tensa, curiosa, accidentada y confusa búsqueda de legitimidad para su liderazgo.¿Acaban entonces aquí las ambiciones de Arafat?

No. Comienzan. El veterano ex guerrillero, de 64 anos, va a contar a partir de hoy con un amplio y elástico mandato popular que le permitirá "construir el Estado palestino independiente con Jerusalén como su capital".

¿Son estas elecciones democráticas y libres?

Para el batallón de observadores internacionales, los cornicios de hoy son lo más parecido a lideal d6dernocracia que se puede esperar en el mundo árabe. Para los opositores revolucionarios de Arafat son. una, claudicación ante Israel y el epitafio de las aspiraciones nacionalistas. Estos últimos tienen poco que criticar: los movimientos islámicos y los principales partidos izquierdistas enemigos del proceso de paz con Israel están oficialmente boicoteando las elecciones. Aun así, presentan candidatos independientes.

¿Tendrán entonces alguna voz en el Consejo de 88 escaños los críticas de Arafat?

Relativa. La gran mayoría de los casi 676 candidatos son leales a la facción de Al Fatah de Arafat. Muchos de los independientes son miembros de Al Fatah y han buscado, a instancias de Arafat, el título de independientes para disimular el dominio absoluto de las fuerzas de Abu Ammar, nombre de guerra de Arafat.

¿Cuál será el título de Arafat? Presidente de un Estado que todavía no existe suena un poco raro.

Bienvenido a Palestina. Los acuerdos de Oslo contemplan "jefe del Consejo (legislativo) palestino". Los israelíes prefieren la denominación de rais sin énfasis en las connotaciones presidenciales. Rais es la palabra árabe que significa a la vez líder y presidente. Los palestinos, por supuesto, ven a Arafat como legítimo equivalente de digamos, Bill Clinton.

¿Qué potestades tendrá el Consejo? Dictar leyes aplicables a los nuevos territorios autónomos y, en un futuro, abrir el camino para la discusión de las cuestiones que deben dilucidarse este año con Israel: cómo debería ser el retorno de los refugiados palestinos, la geografía política del futuro Estado y sentar las bases para la espinosa negociación que se avecina. El futuro de Jerusalén.

¿Si hay un cuerpo legislativo con Arafat en la cúpula, en qué quedan la Organización para la Liberación de Palestina, el Consejo Nacional Palestino (CNP) o "parlamento en el exilio", y Al Fatah?

A corto plazo, este será un Gobierno para la autonomía. El CNP mantendrá de momento su estructura como el consejo supremo que incluye a palestinos de la oposición y de la diáspora. La OLP seguirá siendo el principal aparato político dominado, como siempre, por Al Fatah. Y Al Fatah. se convertirá en el partido en el poder. Se mire por donde se mire, todo perfecto para Arafat.

¿Y la oposición ausente en estas elecciones?

Tendrá que buscarse la vida o, quizá, dar marcha atrás y adaptarse a los planes de Arafat, como lo ha hecho casi siempre. A regañadientes, es cierto, pero moviéndose en función de las circunstancias.