Guerra atribuye a Anguita la "responsabilidad histórica" de la llegada de la derecha al poder

Alfonso Guerra endosó ayer a Julio Anguita y a los dirigentes de Izquierda Unida la "grave responsabilidad histórico", de propiciar la llegada de la derecha al Gobierno, por primera vez desde el fin de la dictadura del general Franco. El número dos del PSOE afirmó que IU, "sean cuales sean sus razones, trabaja para la derecha". Guerra castigó al flanco derecho y al izquierdo. en una intervención en la que llamó a la unidad del PSOE, a la superación rápida de las diferencias internas -en referencia al conflicto de las listas de Málaga- y al acercamiento de los socialistas a los sindicatos.

Guerra se reservó los ataques a diestro y siniestro, y dejó a González la explicación del proyecto socialista, como es habitual en su reparto de papeles. En esta ocasión se dirigió sobre todo al electorado de Izquierda Unida y atacó a Julio Anguita, ante la posibilidad de que un ascenso de IU facilite el triunfo de José María Aznar. Criticó a la dirección de Izquierda Unida porque "divide a la mayoría social de izquierdas" del país, pero sobre todo por su estrategia de desgaste del PSOE. Sólo hizo leves referencias a los escándalos de corrupción, y, además, ciñéndose a su instrumentalización por la derecha.Su intervención fue seguida con interés por el ex ministro de Economía Carlos Solchaga, que se encontraba entre la multitud de militantes socialistas que abarrotaba el Palacio. Municipal de Congresos. Solchaga, cuya presencia fue acogida con calor por la militancia, aplaudió con fuerza la intervención de Guerra.

El vicesecretario general del PSOE contrapuso la conducta de Anguita a la de los comunistas portugueses, que no sólo no presentaron candidato propio en las elecciones que ayer dieron la presidencia de la República al socialista Jorge Sampaio, sino que, además, pidieron el voto para él. "Tenemos que denunciar el comportamiento de los dírigentes de IU, que siembran la confusión en el seno de la izquierda, que intentan dividir a la mayoría social, y, en definitiva, sean cuales sean sus razones, trabajan para la derecha".

Guerra no dudó en calificar de "anacronía" la división de la izquierda entre socialistas y comunistas, producida en 1921 en el movimiento obrero internacional. La persistencia en ese error puede llevar hoy a los dirigentes de IU a contraer la grave responsabilidad histórica" de facilitar el poder a José María Aznar, dijo.

'Montaraz y agresiva'

Con la derecha tampoco tuvo concesiones. Fue breve y contundente. La calificó de "montaraz y agresiva" y recordó que "ha utilizado todos los recursos legítimos e ilegítimos" para terminar con el PSOE. Negó que la derecha se haya modernizado y aseguró que "es profundamente reaccionaria. Vive del insulto, del rencor y la satanización de la izquierda".Vaticinó que el PP "intentará engañar a los ciudadanos en las próximas eleccionés con promesas y proyectos que saben perféctamente que no pueden cumplir". "Debemos, y tenemos que evitar el gran timo de la derecha". No le faltó, llegado este punto, una referencia a la recientes explosión social en Francia, ante el incumplimiento de las promesas electorales de Jacques Chirac, aunque también apuntó que no hacían falta ejemplos ajenos. "Basta con contemplar la parálisis a que han sometido a las comunidades autónomas en las que gobierna la derecha".

Aseguró que Aznar no tiene proyecto, pero sí objetivos. Vaticinó que son la desregulación salvaje y la desprotección social". También denunció la "carencia de autonomía" del PP, de quien dijo que "es dependiente de los poderes económicos". Atribuyó a estos poderes la "desfachatez" de "falsificar la historia", al afirmar que los socialistas han coartadado las libertades, mientras "han elevado a los altares a quienes no hicieron una sola aportación a la recuperación de la democracia".

Guerra concluyó que se ha agotado el modelo neoliberal" y que ha dejado "un saldo de empobrecimiento y fractura social allí donde se ha llevado a cabo".

Además del-llamarniento a la unidad de la izquierda, al que de la parte más relevante de su intervención, hizo una doble petición: a los militantes del partido y a los sindicatos. En una clara referencia a los conflictos en la elaboración de listas, sobretodo en Málaga, pidió unidad a los militantes socialistas "para ganar las elecciones". "Si el partido se mantiene unido, ganaremos. Nuestras legítimas discrepancias deben resolverse con rapidez y equidad. No pueden ni deben empañar la tarea que- tenemos que desempeñar".

Llamamiento a los sindicatos

Hizo también una apelación a los compromisarios socialistas a estrechar los lazos con los sindicatos UGT y CCOO para constituir "uma mayoría social de progreso". porque los objetivos últimos son los mismos".Guerra enmarcó esta estrategia en un "decidido rearme" del discurso de izquierdas en el PSOE. En este punto esbozó las propuestas sociales de la conferencia socialista, como la mejora de la calidad en la educación, sanidad y los servicios sociales; el avance hacia un modelo de negociación colectiva que garantice la creación de empleo y un Plan Renove [en referencia al promovido por el Ministerio de Industria para los automóviles] dirigido a las viviendas en peores condiciones de habitabilidad.

Hizo un balance "globalmente positivo" de las realizaciones en los 13 años de gobierno socialista y pidió a los compromisarios que defiendan esa labor "con la cabeza bien alta". "El PSOE es depositario de un sistema de ideas que siguen vivas en el alma de nuestro pueblo por muchas ofensivas conservadoras que se pongan en marcha", afirmó.

Cerró su intervención con una apelación a la actual "encrucijada", en la que los españoles deben optar entre el socialismo democrático que representa el PSOE y la "regresión y la intolerancia que representa el Partido, Popular".