González opone su modelo de "justicia social" al de "caridad y misericordia de la derecha"
Los socialistas sacaron ayer sus banderas con puños y rosas sobre fondo blanco y ya no las guardarán hasta el 3 de marzo. El ondear de enseñas del PSOE acompañó a su secretario general, Felipe González, en su primer discurso electoral. Su diseño de campaña parece claro: el futuro del progreso de España se dirime en las urnas el primer domingo de marzo. Pero además del progreso, está en juego el Estado de bienestar, según González: "Defendemos la justicia social frente al modelo de caridad y misericordia de la derecha". El PSOE pedirá el voto para un programa "ambicioso y solidario".
En la clausura de la conferencia política socialista, González afirmó que el PSOE está en mejor situación de partida que en 1993, cuando se impuso al PP por mayoría relativa. También se refirió González a la situación económica de España, con un crecimiento del 3%, en contraste con aquellos momentos de crisis.El líder socialista hizo después una alusión a la encuesta publicada ayer por EL PAÍS, según la cual el PP supera a los socialistas en 6,7 puntos. "Estamos en un buen punto de partida", dijo. Cuando comenzó la campaña de 1993, los socialistas estaban a sólo medio punto menos de distancia que ahora, recordó.
Para atacar a la derecha, sin embargo, no se irá tanto al pasado como al presente, es decir, se hablará de lo que representa y defiende el Partido Popular. "Nuestro proyecto es de justicia social, mientras que la derecha cree en la caridad y en la misericordia", dijo ante los más de 5.000 militantes que acudieron ayer a la clausura de la conferencia política del PSOE.
González va uniendo datos o pinceladas de las ofertas del PP en sus discursos para deducir que sí no pretenden la privatización pura y dura de la sanidad y la educación, así como la reducción de algunas pensiones, tienen en mente algo aproximado. "Dicen que hay que bajar a los empresarios cinco puntos de la cotización de la Seguridad Social; que hay que privatizar parte de la Sanidad, y algunos personajes cercanos a la derecha [en alusión a Emilio Botín, presidente del Banco Santander] dicen que hay que eliminar las pensiones no contributivas", enumeró González, en un discurso nada agresivo en lo personal con el presidente del PP o cualquiera de los dirigentes de ese partido.
'España en positivo'
Durante algo más de una hora, González habló de la labor de su Gobierno y de las propuestas de futuro con escasas concesiones al aplauso fácil. González quería adaptarse al lema de la conferencia que ha reunido durante dos jornadas a los socialistas: España en positivo. Frente a su lema, los socialistas contraponen la España "en negativo" que ofrece el Partido Popular "y el señor Anguita, que a veces no sé si es la derecha".González empezó por 1977, las primeras elecciones democráticas. "Quería una España en paz y libertad, y hubiera sacrificado cualquier cosa para conseguir esos dos objetivos", dijo, para referirse luego a la intervención de España en misiones de paz, su orgullo por la labor de las Fuerzas Armadas, la presencia de España en el mundo. Una España en paz y libertad, como pretendía en 1977, pero "con una determinada impronta ideológica". A partir de aquí pasó a hablar del Estado de bienestar: sanidad, educación e infraestructuras, entre otros asuntos, que le llevaban una y otra vez a los logros que atribuye a su mandato.
Aunque los estrategas electorales del PSOE recomiendan que no se hable del pasado, González se resiste y no puede evitar en sus actos hablar de lo hecho, aunque vaya dando saltos en su discurso hacia el futuro.
"Tenemos por delante un buen número de proyectos de reformas", dijo. Al Plan Director de Infraestructuras y al Plan Hidrológico Nacional unió González el Plan Gasístico, según el cual la mayoría de los ciudades de España empezarán a recibir gas natural de Argelia este mismo año.
Es difícil construir sobre la nada, dice González respecto al PP. "¿Cuál ha sido la aportación en los últimos años de la derecha a la democracia?". Cuando parecía que iba a deslizarse hacia los reproches por comportamientos antidemocráticos, dio un viraje y se situó en la actuación parlamentaria de los populares de los últimos años. "No votaron la LOGSE [Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo], tampoco las pensiones no contributivas y se abstuvieron en el Código Penal de la democracia", recordó González.
No le hace gracia que a Aznar pueda corresponderle como presidente las negociaciones sobre las perspectivas financieras de la UE en la que cada país intentara defender sus derechos. "¿Cómo nos irá si tiene Aznar que discutir esos temas", se preguntó. Antes recordó que la delegación española en la cumbre de Edimburgo se vio perturbarda porque Aznar dijo que González actuaba en Europa "como un pedigüeño".
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