Un año de prisión para un militante de Jarrai por los incidentes de Pasajes

Imanol Iparraguirre, militante de Jarra¡, organización juvenil de KAS, ha sido condenado por un juzgado de San Sebastián a un año de prisión por un delito de desórdenes públicos. Iparraguirre está acusado, junto a Jon Salaberria, dirigente de Jarrai de organizar los grupos Y de ETA, constituidos para atentar contra entidades públicas o privadas.Los hechos tuvieron lugar el asado 9 de julio en Pasajes. Antxo (Guipúzcoa), cuándo unos individuos comenzaron a lanzar objetos contra Juana Garbizu y María Victoria Roteta, teniente alcalde y concejal del Ayuntamiento de esa localidad respectivamente. Los alborotadores pretendían, según la sentencia, boicotear los actos festivos.

El juez José Antonio Choclán considera que Iparraguirre se encontraba entre los saboteadores, aunque no ha podido quedar acreditado que el objeto que lanzó impactase en alguien. Garbizu (PNV) fue alcanzada por uno contundente que le causó una herida en una sién, por lo que debió permanecer varios días en reposo. De 73 años, lleva como edil, 16. Meses después aparecieron en el pueblo pasquines en los que aparecía vestida de guardia civil y se vertían amenazas contra ella.

Iparraguirre fue reconocido por un testigo y el tribunal ha calificado los testimonios presentados en su defensa como "parciales e insuficientes".

Condicionar a la Ertzaintza

Mientras tanto, KAS considera que es necesario condicionar a Ertzaintza y recordar a sus integrantes "el precio de formar parte de ese cuerpo represivo". un reciente documento, afirma que, tras el atentado contra el sargento Joseba Goikoetxea, abrieron nuevas vías y se vio que hay maneras para responder la actaución de las fuerzas de represión "autóctonas".Los autores del escrito sostienen que la violencia callejera exige disciplina porque "el enemigo se ha percatado del daño" y actúa "en consecuencia". Así, a vierten, los que, participan en el han pasado de ser acusados de provocar daños materiales a colaborar con banda armada, lo que ha supuesto un incremento de las penas. Además, aluden peligro de que hubiese "miembros limpios", los que trabaja en el aspecto social, y "mojados", los de la algarada.