"El Puente de Ventas es un lugar de paso"

Micaela, Pepita y Angelita fueron tres hermanas, populares vecinas del barrio de Las Ventas. Metódicas y detallistas, compartieron todo hasta su muerte, soltería incluida. Así las recuerda su sobrino,Ángel Sagredo, que en su novela premiada con el Narrativa Puente de Ventas, Las hijas del general, las convierte en una especie de ángeles de Charlie para resolver el ficticio crimen de la calle de Roma. Sagredo, madrileño, funcionario, licenciado en Filosofía y profesor, ha cumplido 65 años, pero todavía no sabe lo que una ciudad como Madrid depara a quien se estrena en disponer de todo el tiempo del mundo, porque no sabe estarse quieto. Lleva 24 años viviendo junto al Puente de Ventas. El libro se editará para la próxima Feria del Libro.Pregunta. ¿Cómo se porta Madrid con un jubilado?

Respuesta. Todavía no me he hecho a la idea. Tengo muchas aficiones, desde la pintura al montañismo, el campo y montar en bicicleta. En 1993 gané este mismo premio en la modalidad de ensayo y me compré un ordenador. Ahora puedo dedicarme más a la escritura.

P. Este barrio está cambiando mucho, ¿mejora?

R. Es un lugar proclive a la nostalgia, porque la gente pasa aquí su infancia y después se va. Mi caso es inverso, llegué con 40 años. Pero hay un denominador común: Las Ventas es un lugar de paso, precisamente el nombre de puente ya te indica que vas de un lado a otro. La gente viene a los toros, a los salones de bodas, al circo y a los cementerios. Cruzan el puente camino del aeropuerto, el nuevo mercado, el hotel. Siempre en tránsito. La M-30 es como un río que sirve de frontera. Pero el barrio ha mejorado, porque siempre fue ligeramente cutre.

P. No lo dirá usted porque el premio le obliga a hablar bien de la actuación urbanística.

R. En absoluto. Recuerdo los problemas que tuvieron mis pobres tías, las de la novela, cuando expropiaron su casa. Y reconozco que el barrio sigue manco de zonas verdes y equipamientos deportivos. Además, la calle de Alcalá es ruidosísima. Se ha perdido la vida familiar de los vecinos en torno a quellos corralones.

P. Éste es su segundo galardón Puente de Ventas.

R. Quise repetir por varias razones. Como premiado, formé parte del jurado en la siguiente edición. Comprobé que el premio es absolutamente transparente. Incomprensiblemente no se promociona, apenas concursaron 22 originales, y, como el nivel era bastante bajo, pensé que podía resultar. Además tenía una historia que contar, la de mis tías, Las hijas del general, que vivieron justo a la salida del metro de El Carmen.

P. Usted es madrileño, sus padres y sus cuatro abuelos, también.

R. Así es, por los cuatro costados. Es muy fácil querer a una ciudad como Madrid.