Miles de franceses cubren de rosas rojas la casa de Mitterrand
El número 9 de la avenida de Frédéric-Le Play, en París, quedó encerrado ayer tras una muralla de rosas rojas. Miles de personas pasaron a lo largo del día ante el inmueble en cuyo tercer piso reposaba el cuerpo de François Mitterrand, fallecido el lunes a los 79 años. Una rosa o un ramo, una firma en el libro instalado ante la puerta y unos instantes de recogimiento fueron el repetido homenaje que dispensó, bajo la lluvia, una silenciosa multitud. Mañana, Francia despedirá con solemnidad a quien fue su presidente durante 14 años. Numerosos dirigentes extranjeros asistirán al funeral.
El alemán Helmut Kohl, el español Felipe González, el israelí Simón Peres, el egipcio Hosni Mubarak y el belga Jean-Luc Dehaene serán algunos de los dirigentes que se congregarán mañana en la catedral de Nôtre-Dame para dar su último adiós a Mitterrand. El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, no asistirá. Tampoco lo hará el presidente ruso, Borís Yeltsin, aunque Rusia tendrá un representante oficial, y se cuenta con la presencia del ex presidente Mijaíl Gorbachov. Japón estará representado por el ex primer ministro Noburo Takeshita.La solemne ceremonia religiosa en Nôtre-Dame, oficiada por el arzobispo de París, comenzará a las once de la mañana. A esa misma hora, en Jarnac, el párroco Jacques Fau iniciará una misa fúnebre en la iglesia local, previa a la inhumación de los restos de Mitterrand en el cementerio de la población bordelesa donde nació.
Las ceremonias de Jarnac serán estrictamente íntimas, por deseo del ex presidente. El domingo pasado, el día antes de su muerte, Mitterrand entregó a su médico un sobre en el que estaba escrita, a mano, la palabra Testamento. En tres cuartillas redactadas a mano, el ex presidente especificó hasta el último detalle cómo debían ser las ceremonias. Los dirigentes y la pompa oficial, en París; el entierro real, en Jarnac, sin discursos ni coronas. Sobre su lápida en el panteón familiar debían quedar sólo dos ramos, uno de rosas de té, el otro de lirios amarillos y violetas. Ayer se desconocía si Anne Pingeot, compañera de Mitterrand durante los últimos 20 años y madre de Mazarine, la hija extramatrimonial del ex presidente, asistiría a las ceremonias familiares.
El Gobierno francés anunció que la jornada de luto oficial decretada para el jueves no supondría, a diferencia de las dedicadas a la muerte de los ex presidentes Charles de Gaulle y Georges Pompidou, ningún cierre de espectáculos ni alteración en los servicios públicos. El luto se reflejará en las banderas, todas a media asta, y en los "minutos de recogimiento" que a las once de la mañana paralizarán unos momentos el transporte y todas las sedes administrativas. El Gobierno recomendó que en las escuelas, "de forma voluntaria", se hablara a los alumnos de Mitterrand. Por otra parte, en todas las competiciones deportivas que se celebren esta semana se guardará un minuto de silencio.
Acto en la Bastilla
Esta noche, como primer gran acto fúnebre, se celebrará una concentración silenciosa en la parisiense plaza de la Bastilla, a la que ha sido convocado "todo el mundo". El acto fue ideado por la secretaría de Mitterrand, y ayer se sumó a la convocatoria el Partido Socialista. En la Bastilla se conmemoró, durante la noche del 10 de mayo de 1981, la victoria de Mitterrand y la llegada de la izquierda al poder.Los mensajes de condolencia siguieron llegando ayer a la familia Mitterrand: desde el papa Juan Pablo II hasta los Gobiernos de China y Vietnam, cientos de telegramas rindieron homenaje a la figura del ex presidente. Incluso la organización ecologista Greenpeace, cuyo buque Rainbow Warrior fue hundido en 1985 por los servicios secretos franceses, causando la muerte del fotógrafo Fernando Pereira, envió un mensaje a Danielle Mitterrand: "Fueran las que fueran las diferencias esporádicas entre su marido y nuestra organización", decía el texto de Greenpeace-Francia, "deseamos rendir homenaje al hombre cuya acción fue determinante para proteger la Antártida a nivel mundial, y que al final de su mandato supo tomar una iniciativa histórica para la prohibición de los ensayos nucleares".
El fallecimiento de Mitterrand ha despertado un enorme interés por las memorias que escribió durante sus últimos días. La editorial Odile Jacob confirmó ayer que, dentro de "unas semanas", se publicarían las memorias, divididas en dos partes, según el diario Libération. La primera parte, en forma de entrevista con el periodista Georges-Marc Benamou, abarcaría desde la infancia hasta la llegada a la presidencia, en 1981, y en ella se incluiría la versión de Mitterrand sobre el derechismo de su juventud y su trabajo en la Administración colaboracionista y filonazi de Vichy hasta 1942. La segunda parte, escrita directamente por Mitterrand, se referiría a los años en el Elíseo.
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