Elegir el mal menor

"Los guatemaltecos están contra la pared". Así define una diputada del izquierdista Frente Democrático Nueva Guatemala (FDNG) la situación del electorado ante los dos candidatos: el conservador Álvaro Arzú, del Partido de Acción Nacional (PAN) y el populista Alfonso Portillo, del Frente Republicano Guatemalteco (FRG). "Arzú es el neoliberalismo. Portillo el neofascismo. El pueblo debe elegir el mal, menor".El FDNG, tercera fuerza del país tras 40 años de persecución, ha dejado libertad a sus seguidores, pero no hace ascos al voto nulo. Incluso los sectores más radicales propugnan el voto, a Portillo por aquello de "agudizar las contradicciones del sistema". Paradójicamente, los núcleo! progresistas pueden acabar contribuyendo al triunfo del candidato respaldado por los sectores militares más duros.

Tampoco Portillo tiene sus apoyos claros. Su paso por la Democracia Cristiana, de donde pasó al FRG, le ha granjeado profundas antipatías entre sus viejos correligionarios.

En sus campañas, el Frente Republicano Guatemalteco ha presentado a Arzú como el representante de los ricos, como un oligarca que va a privatizar hasta el agua de los ríos. La mayoría absoluta del PAN en el Congreso, dicen, crearía además una acumulación excesiva de poderes. La observación, curiosamente, viene de seguidores de un partido creado por un militar golpista, el general Efraín Ríos Montt. Portillo es, para sus detractores, una ficción: el candidato del FRG es, en realidad, el general, que se juega su última carta de poder.

A pesar de todo, los programas son casi gemelos, al uso en la zona: apertura económica, privatizaciones, mejoras sociales, mano dura con la delincuencia y reforma de la justicia.

"Hay una sentimiento anti-general fuerte, pero también un sentimiento antiPAN", comenta un político socialdemócrata. "Si este país fuera lógico, Portillo no tendría- ninguna posibilidad, pero como no lo es ...."