"No cambiaremos las líneas esenciales de la lucha antiterrorista del PSOE"
Mayor Oreja cree que la fuerza de ETA y su entorno no es tan importante como aparenta. Lamenta la parálisis del pacto de Ajuria Enea, porque cree que aún se le puede sacar provecho en la lucha contra el terrorismo. Y afirma que no cambiará las líneas esenciales de la lucha antiterrorista del PSOE.Pregunta. Estos días se cumple el octavo aniversario de la firma del acuerdo de los partidos vascos contra el terrorismo, del pacto de Ajuria Enea. Pero no habrá celebración porque el pacto está en quiebra mientras ETA resiste. ¿No es un grave fracaso de los partidos democráticos?
Respuesta. Es verdad que da la sensación que la partida. que estamos jugando demócratas y violentos se está igualando en la calle y la sociedad vasca. Pero es un espejismo. La realidad es que hay una superioridad manifiesta de un 85% de vascos que queremos la paz frente a una minoría del 15% que no la quiere. La falsa sensación de equilibrio de fuerzas se debe a que los que queremos la paz estamos desunidos en la estrategia mientras que la minoría tiene una estrategia muy clara, de supuesta independencia por la violencia. Cada uno de los partidos democráticos ha apostado por su propio proyecto y hasta que no lo recreemos entre todos habrá crisis.
P. El PNV atribuye la desunión a la oposición, del PP a la reinserción social de los presos y a su apuesta paralela por el cumplimiento íntegro de las penas de los terroristas.
R. El problema de fondo no se ha debido a la fricción última del PNV con el PP. La estrategia del PNV la acaba de desvelar Elkarri con esa tercera vía de diálogo con ETA, destrozada por la última cadena de atentados. Ha tomado la decisión de congelar la mesa de Ajuria Enea y apostar por la estrategia de reunificar a todo el nacionalismo vasco, lo que le permite avanzar en sus objetivos últimos. Eso no puede conseguirlo con el conjunto de las fuerzas democráticas vascas porque le desvía de esos objetivos. Lo del cumplimiento íntegro de penas es una broma. Son excusas. No es el debate de fondo.
P. ¿No hay razones electorales en la actitud del PP al ofrecer una imagen de firmeza ante la opinión pública frente a la blandura de los demás?
R. El electoralismo se da con claridad en el PNV. Cuando percibió fuerza en el Gobierno socialista, en 1988, suscribió el pacto de Ajuria Enea. Pero cuando empieza a comprobar su debilidad, allá por 1992, cambia de estrategia y se embarca en el diálogo y negociación con HB con motivo del cambio de trazado de la autovía de Leizarán. Ahora estamos en la tercera fase con la apuesta por Elkarri.
P. ¿No cree que tiene una lógica que el PNV ensaye vías nuevas ante el fracaso de la Mesa de Ajuria Enea?
R. Al pacto de Ajuria Enea no se le ha dado tiempo a cuajar. De 18 años de democracia, no hemos superado los cuatro años con dinámica de acuerdo, con sentido común. Si hubiese que extraer consecuencias de la no resolución del conflicto habría que fijarse más en los 14 años de desunión que en los cuatro de pacto. La unión de los partidos democráticos ha sido la excepción, y, por tanto, me parece tremendamente injusto que se responsabilice de la actual situación al periodo más corto, caracterizado por la mesa de Ajuria Enea. La resolución de un conflicto cómo el vasco necesita tiempo. No hay varita mágica para resolver problemas tan profundos.
P. En 1992 cae la cúpula de ETA en Bidart. Todos los partidos coinciden en que se ve luz en el final del túnel del terrorismo. Hay colaboración internacional, la Ertzaintza se implica en la lucha arititerrorista con Juan María Atutxa al frente... ¿Cómo explica este rebrote de la violencía en ETA y en la calle?
R. Siempre he creído que el final de ETA requiere un proceso largo donde el tiempo es el factor más determinante y su final será imprevisible e impredecible. Pero, pese a las apariencias, ETA está en un proceso degenerativo. Se está produciendo un proceso lógico y necesita radicalizar sus posiciones. El fenómeno Jarrai, con su radicalización en la calle, se le ha ido de las manos a un sector de HB. La consecuencia es que se margina, pero resulta más fácil de combatir políticamente, aunque sea más duro desde el punto de vista de la seguridad de los ciudadanos.
P.¿Quiere decir que se dan los síntomas de. que ETA está en fase terminal?
R. No me gusta hablar de fase terminal. Lo que digo es que está en un proceso de desarraigo de la sociedad vasca. Tienen necesidad de hacer lo que no tenían que hacer en 1979 cuando crecían en las urnas. Ahora lo hacen porque han perdido peso en las urnas y encuentran una mayor reacción ciudadana y un movimiento pacifista detrás. Tienen que apostar con mayor crudeza para sustituir otras deficiencias. Pero también se radicalizan por que hay una situación de transición. ETA no nace con Franco, sino en su final. Operan en los tránsitos porque los terroristas actúan. en situaciones de debilidad y quieren rentabilizarla.
P. Pero han ganado la calle. No se ve el lazo azul en San Sebastián.
R. No nos dejemos llevar por el espejismo. Lo que me preocuparía es que tuvieran más entidad en el País Vasco. Han perdido peso electoral. Quienes vivimos los años 79 y 80 podemos decir que la situación de hoy es incomparablemente mejor para combatir democráticamente al terrorismo. Ahora-h,3gan lo que hagan, aunque actúen salvajemente, es un movimiento en decadencia.
P. Un analista como Michel Wierviorka, que ha estudiado el fenómeno ETA en comparación con otros terrorismos, dice que su erradicación es muy difícil porque la única forma de mantener los objetivos independentistas es por la vía de la violencia. Quienes abandonan ETA, abandonan el proyecto independentista. Está demostrado.
R. Estoy de acuerdo con el diagnóstico de que quien abandona ETA o su entorno abandona con ello los objetivos independentistas, pero no creo que ETA perviva eternamente. Está fuera del tiempo. No sé en qué momento, cuál será el desencadenante, cuál será el atentado que haga insoportable a la sociedad vasca la exigencia de ETA. El drama es que la e xagerada prolongacion del conflicto puede hacer un daño irreversible al futuro económico, del país. ETA va a terminar, aunque no me atrevo a poner fecha. Los partidos tienen que normalizar sus problemas con más diálogo.
P. ¿No cree que el PP no ha dado ejemplo, al enfrentarse con el PSOE con la creación de la comisión parlamentaria de investigación de los GAL? Al jugar al desgaste por electoralismo, ¿no ha dado alas a los violentos?
R. Se podrá tener la opinión que se quiera sobre la oportunidad de la comisión, pero lo que ha dado alas a los violentos no ha sido la comisión, sino el GAL. Estamos pagando las consecuencias todos los demócratas. Si hubiéramos jugado al desgaste de verdad, Barrionuevo no hubiera ido en las listas del PSOE. Para mí la clave del problema es la respuesta a esta pregunta: ¿Hay o no un trecho por recorrer entre los partidos democráticos hasta el final de la violencia?
P. Responda usted. ¿Qué pasos hay que dar para avanzar en la lucha contra el terrorismo?
R. Hay que tener la valentía de decir que no se cumple la ley en el País Vasco. Hay que avanzar política y judicialmente contra quienes hacen apología del terrorismo. Ése es el debate pendiente, pero es complicado abrirlo porque el PNV quiere buscar un escenario nuevo y eso es una balón de oxígeno para los inmovilistas del mundo abertzale. Ya le advertí a Arzalluz que no trabajaba sobre el escenario más desfavorable, sino sobre el que le gustaría que existiera. Hay que actuar con los que matan con el máximo escepticismo porque no quieren terminar. En ese contexto, el nuevo escenario del que habla el PNV sólo sirve para reafirmar a los violentos.
P. ¿Quiere decir que hay legislación suficiente y los jueces no se atreven a aplicarla?
R. No me gustaría tomar partido sobre el marco, la actuación judicial o la policial. Pero la resultante es que no se cumple la ley. Parece que en el País Vasco se defiende como singularidad que la ley debe cumplirse menos que en otros sitios. Es un error que al siguiente Gobierno de España le corresponde corregir.
P. ¿Con qué nuevas medidas lo va a corregir el PP si gobierna en España? ¿Acaso con la ilegalización de HB?
R. No, en un principio. Hay un trecho democrático y legal en el que se debe avanzar. Hay que perseguir judicial y políticamen te a quienes mandan ETA desde KAS. Hay que acabar con la farsa jurídica de la certeza moral existente de que KAS manda en ETA y no hay capacidad adjurídica para actuar. Pero eso no supone ilegalizar a HB, sino perseguir individualmente a quienes delinquen. Se puede terminar en la ilegalización de HB, pero no es ése el objetivo. Lo que hay que conseguir es que quienes apoyan a ETA vivan la incomodidad política y social desde la ley. Para ello propongo una reflexión común de las instituciones, dentro de la separación de poderes, y que trasella se produzca una actuación coordinada de todas ellas. Es el tramo más duro del pacto de Ajuria Enea, porque habrá partidos que digan que seguímos la vía represiva.
P. Si el PP gobierna, ¿va a intensificar las medidas policiales en el País Vasco? ¿Hasta dónde?
R. Intensificaremos la coordinación entre las policías, pero no tomaremos medidas especiales. No vamos a caer en la tentación de hacer cosas extrañas. El PP no va a volver al pasado. Eso es lo que quisiera ETA. Quieren legitimarse diciendo que con el PP va a haber mas represión y guerra sucia. Es más, me consta que en los próximos meses van a querer recrear condiciones del pasado. Van a decir que somos la derecha de siempre, que vamos a meter más Guardia Civil, el estado de excepción, yo qué sé. Identificaron el atentado de Aznar con el de Carrero Blanco. Se equivocan. Esa estrategia de vuelta al pasado es estúpida porque no es posible volver atrás con un sistema democrático y autonómico profundo, donde el orden público es competencia de la Policía Autónoma. Aunque quisiéramos no podríamos hacerlo. Ese error de ETA, el de no entender que 1995 no es lo mismo que 1975, va a ser su tumba. No vamos a alterar las líneas esenciales de la lucha antiterrorista del Gobierno del PSOE. La diferencia es que las cumpliremos con firmeza.
P. ¿Ha roto el PP cualquier posibilidad de diálogo?
R. Defendemos lo que dice el pacto de Ajuria Enea. Habrá diálogo cuando ETA abandone definitivamente las armas. Mientras, si creen que somos unos torpes, acelerarán su fin.
"Si el PP gobierna no va a volver al pasado. Es lo que ETAquisiera"
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