CiU deja la puerta abierta a los pactos

Derecha e izquierda han recriminado en las últimas semanas la indefinición y ambigüedad que permite afirmar a Jordi Pujol que tras las elecciones legislativas Convergència i Unió (CiU) está tan dispuesta a entenderse con el PSOE como con el Partido Popular (PP).Esta aparente ambigüedad se, acentuará durante la campaña electoral. En realidad, es fruto de la ocupación del centro político un privilegiado espacio conceptual en el que tanto el PP como el PSOE pugnan por hacerse un sitio, junto a CiU. Pujol y los suyos defienden esa posición atacando duramente a los asaltantes. Esta batalla, muy cruda, ha empezado ya. Pujol ha arremetido sin piedad contra Narcís Serra. Espía, incompetente, indigno de confianza, le ha dicho. Algunos de sus hombres, como Josep López de Lerma, por ejemplo, lo han hecho contra el PP. Les ha calificado nada menos que de adalides del "españolismo excluyente", secular enemigo de los catalanes.

Ese disparar a diestra y siniestra no significa que CiU no tenga preferencias. Muchos de los dirigentes de CiU comparten la tesis de que lo que ellos denominan el "bloque de progreso" está formado en España por la izquierda moderada y los partidos nacionalistas, también moderados, de la periferia peninsular. Esta concepción de fondo es la que ha facilitado la alianza. de CiU y el PSOE en la pasada legislatura. Si las cifras de diputados lo permiten, sería la fórmula a reeditar.

Pero en los últimos tiempos el auge de la derecha en toda España ha provocado también movimientos internos dentro de la coalición nacionalista catalana. Uno de sus partidos, la democristiana Unió Democrática de Catalunya (UDC), ha tendido puentes hacia el PP, en preparación de posibles alianzas para el futuro inmediato. El propio Pujol ha dejado abierta una puerta a una eventual colaboración en Cataluña con el PP, según cuáles sean los resultados que Aznar consiga el 3 de marzo,

Joaquim Molins, el candidato que en esta ocasión sucederá a Miquel Roca como cabeza del cartel electoral de CiU, tiene la intención -explica- de marcar durante la campaña electoral los puntos programáticos "de obligado cumplimiento" para quien quiera pactar con CiU. Molins parte del supuesto de que no habrá mayoría absoluta. Y está convencido de que los ascos que ahora hace el PP, por ejemplo, a pactar con los nacionalistas se volverán irrefrenable pasión si su número de escaños se lo exige.

La campaña de CiU se basará, pues, en subrayar que hay unas condiciones en política económica y autonómica que considera básicos, Por ejemplo, explica Molins, si el PP sigue con lo del doble circuito escolar en función del idioma, no habrá acuerdo.