Economía dice que el empleo precario es un riesgo para el crecimiento
El Ministerio de Economía considera que el periodo actual de desaceleración económica "es una pausa en el crecimiento típica en las fases expansivas", que no debe interpretarse como "el inicio de una nueva fase recesiva". Con el apéndice de un informe que analiza las fases de recuperación de la economía española desde 1975, el departamento de Pedro Solbes confirma que el crecimiento económico se está debilitando a partir del tercer trimestre de 1995; que la inflación y el déficit público parecen contenidos y que el empleo en el cuarto trimestre está creciendo al 3,4%. No obstante, advierte que, a pesar de las condiciones más sanas, de la recuperación económica actual, "Ios riesgos [para la continuidad del crecimiento] hay que buscarlos en el entorno internacional ( ... ) y más en la calidad del empleo creado que en la capacidad de crecimiento".En un primer análisis, Economía, en su Sintesis de Indicadores Económicos de diciembre, entiende que el entorno internacional presenta síntomas de ralentización, tanto en Estados Unidos, donde la tasa de crecimiento "se orienta al de su potencial a largo plazo, en tomo al 2,5%", como en Europa, donde "la demanda interna no está siendo capaz de tomar el relevo a la exportación como factor de impulso a la actividad".
Desaceleración
Economía detecta que la economía española creció el 3,2% en el primer trimestre, bajó al 3,1 % en el segundo y al 2,9% en el tercero. En tasas intertrimestrales anualizadas, el crecimiento fue del 3,1% en el segundo trimestre y 2,1 % en el tercero, porque el consumo no despega y el sector exterior tiene una aportación negativa mayor de lo esperado (0,6%). El parón se produce en un entorno optimista para la inflación (se mantiene Ia moderación salarial con un aumento salarial medio del 3,9%), de contención del déficit público (ha descendido el 14,4% entre enero y noviembre respecto al mis mo periodo de 19941 cuando lo previsto era una caída del 8,4%) y el empleo crece a tasa interanual del 3,4% en el cuarto trimestre.Economía asegura que "la ralentización de la actividad económica observada en 1995 no debe interpretarse como el inicio de una nueva fase recesiva, sino como una pausa en el crecimiento típica en las fases expansivas". Advierte que los riesgos para que continúe la fase expansiva están "en el entorno internacional y, en el ámbito interno, más en la calidad del empleo creado [porque la incertidumbre frena el consumo] que en la capacidad de crecimiento".
El balance final es optimista. "El sector privado crece a ritmos elevados y creando mucho empleo" y "la positiva evolución de los desequilibrios permite sostener con fundamento la hipótesis de prolongación de la fase expansiva de la economía".
