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Reportaje:

A 405 'minikilómetros' por hora

Los niños se divierten pilotando minibólidos en un concesionario de coches

Vicente G. Olaya

, Chiunnnnn. Y casi no se le veía. Un cochecito de apenas quince centímetros recorría un scalextric de 36 metros en menos de 10 segundos. Cientos de personas observaban atónitos la trayectoria del bólido desde las gradas. Otaysa (una empresa dedicada al mundo del automóvil) ha instalado en su sede central este gigantesco circuito para celebrar un campeonato de minibólidos durante las fiestas navideñas.Desde hace unos días, los automóviles que esta empresa tenía en sus escaparates han sido sustituidos por otros mucho más pequeños. También se ha instalado una exposición de maquetas con vehículos de todas las épocas. Tras los cristales del establecimiento se exhiben ahora autos teledirigidos maquetas y diminutos coches de principios de siglo. Todos están a la venta. El más caro es un remolque americano teledirigido. Su precio es de 150.000 pesetas. Tiene tres velocidades, 18 ruedas y alcanza los 60 kilómetros hora Mide unos 40 centímetros.

Sin embargo, la exhibición que atrae todas las miradas es la pista de coches miniatura. Joaquín Echenique, portavoz de Otaysa, lo explica: "Sin casi publicidad, el primer día se apuntaron al campeonato 1.050 personas. Sólo pueden participar l08". Por el momento, se están celebrando las pruebas eliminatorias. El 5 de enero será la final".

Cada participante tiene que, correr con tres clases de vehículos: fórmula uno, deportivos y turismos. Se divide a los pilotos en tres categorías por edades. Los que no puedan participar tienen la puerta abierta también para hacer sus pinitos entre prueba y prueba. Ayer, los niños tomaron el establecimiento. Carlos Barge, de siete años, esperaba su turno junto a su padre. "Me voy a pedir uno por Reyes", le adelantaba a su progenitor.

Ricardo Gómez, de 10 años, llevaba en la mano su propio vehículo. Este chaval, que representará a España en el próximo campeonato europeo de minobólidos, arrancaba aplausos cuando hacía volar su coche.

Un especialista en estas carreras lo explicaba: "Los profesionales preparan sus coches al máximo. Les dedican muchas horas antes de ponerlos sobre la pista. Las carrocerías que usan suelen ser de titanio y aerodinámicas. No pesan más que unos gramos. Los motores pueden llegar a dar 45.000 revoluciones por minuto. Los neumáticos son de espuma para que se agarren mejor y los motores están retocados para lograr las máximas velocidades". Y termina: "Es difícil de creer, pero estos coches correrían, si fuesen de tamaño real, a una velocidad equivalente a los 405 kilómetros por hora".

Gran salón del coche de juguete: María de Molina, 41. Abierto de lunes a sábado, de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00 horas. Entrada libre.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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