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Reportaje:EL ARTE DE UNA TRADICIÓN NAVIDEÑA

De churro o de "chip"

Preciosistas, imaginativos, simples o trabajados, los belenes de la ciudad adornan hospitales, iglesias y centros comerciales

Antonio Jiménez Barca

, En una cafetería del centro de Madrid, el dueño decidió este año adornar el escaparate con un belén y dijo a sus empleados hace dos meses: "Id guardando las porras y los churros que os sobren, que ya veréis". Ahora, en el escaparate, los pastores andan sobre un suelo de churros en dirección a un portal con paredes confeccionadas con . porras atadas con alambres; es un ejemplo de nacimiento. Hay otros: en la parroquia del Cristo de la Victoria, el padre Revuelta y cuatro adolescentes trabajaron en 1973 una esquina de la iglesia para convertirla en un belén; desde entonces, han pasado, entre otras cosas, 23 años, pero el belén sigue ahí. Eso sí, los adolescentes ya son ingenieros y el belén se beneficia de un programa informático. En estos días, en la ciudad, uno puede ver más de 20 belenes con cierto estilo.

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Pueblecito pescador. Los encargados del Zoo de Madrid contribuyen al frenesí belenístico con un nacimiento grande, de unos cuatro metros por tres, de aliento marinero. Situado en la planta segunda del acuario, encima justo de los tiburones, el portal es una gran concha y todo se desarrolla en una playa imaginaria. Hay pescadores, barquitos a lo lejos, figuras móviles y un gran molino.

De churro. "Pues aquí está", dice el encargado de la cafetería, Gabriel Gorrochotegui._ "Si lo nuestro son los churros y las porras, pues ¿para qué otra. cosa? Lo que hace falta es darle al coco", añade. El belén que tan orgullosamente muestra Gorro chotegui se ve bien claro desde la barra y desde la calle. Lo flanquean dos impresionantes montañas churreras que hacen exclamar al encargado: "Al menos, fíjese lo que le digo, hemos empleado 4.000 churros. En medio del belén camina un pastorcillo de unos 20 centímetros agobiado con dos churros de tamaño normal a la espalda. El encargado termina así la descripción: "Y en una esquina hemos puesto un chulo y una chula tomando chocolate. ¿Qué pasa?".De maravilla. El pasado viernes, en un pasillo que da al atrio de la iglesia del Cristo de la Victoria, en el distrito de Chamberí, cuatro hombres como castillos miraban hipnotizados un belén todavía inacabado. Uno de ellos, el padre Jesús Revuelta, echaba un pitillo rodeado de pedazos de musgo al lado de una estufa de butano. El nacimiento, de tres metros cuadrados por cuatro, aproximadamente, es el resultado de 23 años de trabajo. Simplemente, es una maravilla. El juego de luces ilumina escenas según se va oyendo la historia del misterio divino en una grabación. En el portal de Belén, construido con una minucia de orfebre, se escucha hasta el borboteo del agua de un puchero, diminuto. Cuando según la grabación, que dura 11 minutos, tres más que el año pasado, sale el sol en Judea, las luces conforman un amanecer de cuadro. Los otros tres que rodeaban al padre Revuelta empezaron a ayudar al cura cuando eran jóvenes de 16 anos.Ahora, acaban de incorporar un programa de ordenador al nací¡. miento. Además de la tradicional tonelada de tierra y las 100 figuras que soporta el entarimado y los 5.00,0 vatios de luz que incorpora este belén, que tiene algo de prodigioso.

En el hospital. Jesús Carrasco, el gerente del albergue de San Juan de Dios, al lado del hospital San Rafael, acarrea a los niños en dirección al belén de su institución con la misma satisfacción que los pastores del nacimiento encaminan a las ovejas. Decenas y decenas de niños se agolpaban el pasado viernes en uno de los más antiguos belenes de Madrid, y uno de los más espectaculares. Grande, de cuatro por cinco metros, enmarcado en una bóveda que es su seña de identidad, este nacimiento, ya se exponía en los tiempos de posguerra.Los niños ponen cara de hechizados al principio y, luego señalan con el dedo las distintas escenas, según se van iluminando. Una grabación les explica de qué va aquello. Algunos discuten entre sí cuestiones importantes tales como si en el fondo es, un toro o un buey lo que allí se ve- La posición tumbada de la Virgen es poco común y también suscita comentarios. "Aunque, en el fondo, es la postura más natural para una mujer que acaba de dar a luz; se lo digo yo, que además de gerente soy médico", apunta Carrasco.

A la salida del belén, los niños vuelven a paralizarse al contemplar un gran tren eléctrico que les espera en el vestíbulo. Los rostros de los niños sólo son comparables a la cara de contento que pone el gerente cuando ve todo aquello (los pequeños, el tren y el belén) en marcha.

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Belén del Zoo. En el Zoo de la Casa de Campo. de 10'00 a 18.00 horas. Precio, 1.440 pesetas (adultos) 1.160 (niños hasta siete años). Metro Batán. Autobuses especiales los domingos y festivos desde Estrecho, Puente de Vallecas y Ventas.Belén hecho de churros y porras. En la cafetería Doñana. Plaza de Benavente, 2. Metro Sol. Hasta después de Reyes.Belén de la iglesia del Cristo de la Victoria. Calle de Blasco de Garay, 33. Metro San Bernardo. De 10.00 a 13.30 y de 18.00 a 21.30. Todos los días hasta el final de enero.Belén del hospital San Rafael. Albergue San Juan de Dios. Calle Herreros de Tejada, 3. Metro Concha Espina. De 11.00 a 13.30 y de 16.30 a 20.00. Hasta el 8 de enero.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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