Las comunidades autónomas regularán los horarios comerciales desde el 2001

, Al final hubo unanimidad. El Congreso aprobó ayer por unanimidad la Ley de Comercio, cuya tramitación parlamentaria se ha prolongado dos años y seis meses, justo lo que ha durado la legislatura. A ningún grupo le enamora el texto. Todos los portavoces pusieron reparos, pero todos coinciden en que es la mejor ley que se puede aprobar por consenso. El PP a última hora cambió su intención de abstenerse por el voto afirmativo, aunque dijo que existe un "claro riesgo de inconstitucionalidad al dar la potestad permanente a los gobiernos autónomos para fijar la libertad de horarios a partir del 2001".

El Pleno del Congreso primero aprobó las enmiendas al texto incorporadas en el Senado por mayoría absoluta. Posteriormente, se aprobaron las disposiciones de carácter orgánico por unanimidad. Éste era el verdadero meollo de la cuestión porque supone transferir la potestad para regular la libertad de horarios comerciales el 1 de enero del año 2001. A juicio del PP, este traspaso de competencias puede romper la unidad de mercado que consagra la Constitución. Los principales puntos del texto aprobado son:- Las comunidades autonomas puedan regular la libertad de horarios a partir del año 2001. Hasta entonces continuará el actual sistema, según el cual se permite abrir un mínimo de ocho domingos y festivos al año y 72 horas semanales. La Comunidad de Madrid lo amplió a 12 domingos. La mayoría se han ajustado a los mínimos.

- La exigencia de la segunda licencia para instalación de grandes superficies. Es decir, se necesitan licencias del ayuntamiento y de la comunidad autónoma.

- La delimitación del plazo de rebajas. Habrá dos periodos que tendrán un mínimo de una semana y una máximo de dos meses. El periodo de invierno no podrá ser antes del 1 de enero.

- La prohibición de ventas a pérdidas.

- La prohibición de la venta de artículos en bancos y cajas. Podrán hacer promociones; es decir, que basen campañas de captación de clientes regalando artículos.

- El pago a proveedores que se retrase 60 días deberá establecerse en un documento, entre las partes.

El ministro de Comercio, Javier Gómez-Navarro, recalcó que "esta es la mejor ley posible en estos momentos, aunque no recoja todas las peticiones de nuestro grupo. Es una ley de consenso y, por tanto, todas las partes han tenido que ceder parte de sus pretensiones. Este texto es muy válido para que compitan grandes y pequeños comercios y concede el tiempo suficiente para que el pequeño comercio se adapte a la libertad total de horarios que establece la ley en el año 2001. Esta libertad se establecerá mediante el acuerdo de los gobiernos autónomos y el Gobierno central".

Ramón Aguirre, ponente del PP, justificó su apoyo final a la Ley por ser imposible votar por separado este hecho de la concesión de competencias al Gobierno de Baleares que su grupo había defendido en el Senado. Aguirre alertó sobre el riesgo de inconstitucionalidad del texto, aunque no preciso si su grupo iba a presentar ese recurso.

El ponente del PSOE, Antonio Martín Mesa, dijo que "no es la Ley ideal, pero es la que favorece a todos los sectores. Se ha cambiado drásticamente el proyecto que presentó CiU en julio de 1993 para hacerlo lo menos restrictivo posible". Además, anunció que el Plan de Modernización del Comercio Interior, dotado con 70.000 millones de pesetas, permitirá reestructurar al pequeño comercio, al que hay que proteger.

El portavoz de CiU, Francesc Homs, dijo que es la ley más liberal de Europa y permite convivir dentro de una reglas del juego claras a los grandes y a los pequeños comercios.

Francisco Frutos, de IU, dijo que la ley es positiva porque articula el funcionamiento del pequeño comercio y añadió que debe frenarse la expansión de las grandes multinacionales del sector. El portavoz del PNV, el grurpo que más en contra se ha mostrado al texto en el trámite parlamentario, criticó que PSOE y CiU hayan pactado el contenido de la ley sin consultar a los demás grupos.