Sólo coincidieron en la corbata

José Barrionuevo y Julián Sancristóbal sólo coincidieron en la corbata, de color rojo vivo, la del primero con hombrecillos y la del segundo con galeones. El ex ministro eligió la misma indumentaria que el pasado día 13, cuando declaró en calidad de imputado ante el juez Eduardo Móner: chaqueta azul marino, camisa azul claro y pantalón gris. Muy clásico. El ex gobernador, un punto más moderno: gabardina. blanca en ristre, chaqueta de pata de gallo, chaleco de punto y pantalón oscuro. Dos estilos.En el careo se mantuvieron las diferencias, dentro de, la corrección, y también a la hora de contar lo ocurrido a los periodistas. Primero, Sancristóbal, tímido, pidiendo que no le agobiasen con los magnetofones. Después, Barrionuevo, seguro de sí, recordando que su ex subordinado ha mantenido dos versiones en este mismo sumario y que en la última se contradice.

Sancristóbal admitió que Barrionuevo le visitó en la cárcel varias veces "como abogado, pero en calidad de amigo", y que él le dijo al ex ministro que tenían que dar la cara, que había que afrontar colectivamente la situación, porque no se podía dejar a los policías implicados en la situación en que estaban. Barrionuevo afirmó que había visitado a Sancristóbal, y a los otros acusados como letrado y que ellos habían asumido esa condición, así como para ayudar en todos los órdenes. El ex ministro, aseguró que no es cierto que le hubieran planteado asumir colectivamente la responsabilidad del secuestro de Segundo Marey.

Barrionuevo regresa hoy al Supremo para mantener otro careo con el que fuera jefe superior de Policía de Bilbao y mando único en la Lucha Antiterrorista, Francisco Álvarez, con el que mantiene discrepancias similares a las que tiene con Sancristóbal. El abogado de la Acción Popular, Teodoro Mota, cree que Barrionuevo está con el agua al cuello mientras que su defensor, Pablo Jiménez de Parga, aduce que no hay ninguna prueba contra él y que ha puesto de manifiesto las contradicciones de la versión de Sancristóbal.