_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Feliz Navidad

Salía yo de casa para comenzar otra jornada en mi arriesgado oficio de intrépido reportero de investigación- cuando mi actual esposa me preguntó: "Cariño, ¿qué me vas a regalar estas navidades?".Me quedé un momento mirándola. Aunque sabe que odio las navidades, todos los años me hace la misma pregunta y siempre consigue que me enfade. Este año, no. Haciendo alarde de la enorme tranquilidad que me caracteriza desde que empecé ese régimen de Prozac, le contesté: "Es una sorpresa, mi amor".

"Pero quiero saber ahora", susurró ella con ese vozarrón que me encanta.

Menos mal que estaba preparado. Tan sólo unos días antes había llegado a mis manos publicidad impresa de varios centros médico-quirúrgicos. Ésa es una de las ventajas de vivir en la gran ciudad: si bien la vida es bastante insoportable, siempre hay ofertas que no existen en un pueblo, que es de donde procede ella.

"Te he apuntado para unos cursos de belleza y salud", le contesté. "El día después de Reyes empiezas tratamientos de láser candela, sugaring, peeling corporal, aromaterapia, manicura y pedicura terminal (sistema americano) y drenaje linfático". Le extendí un folleto de vivos colores. "Y si eres especialmente amable conmigo, te regalaré esta oferta de todo un día que da solución a las tensiones acumuladas durante todo un año, que encuentran en estas horas de relax y tratamiento una solución eficaz y agradable. Para el año nuevo vas a ser una mujer nueva". (Obviamente, no dije -no quería amargarle las fiestas- que le vendría muy bien una liposucción masiva para quitar algunos de esos cuarentaitantos kilos de grasa que le sobran en glúteos y aledaños). "¡Oh, gracias, cariño!" me contestó. "De nada, mi vida. Además, dice aquí que estos tratamientos están realizados por profesionales especializados en cirugía plástica y vascular en clínica de gran prestigio', de modo que no te pasará ninguna tragedia de las que cuentan en los reality shows de la tele"

"¿Y sabes lo que te voy a regalar a ti?", me preguntó.

"Prefiero que me sorprendas" , le contesté, ya que sus regalos de Navidad suelen ser horrendos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

"Pues no, pienso decírtelo ahora: un perro".

"¿Un perro?", le contesté, incrédulo. "Estás loca? Si odio los perros".

"Pues mi consejero espiritual me dice que está demostrado que precisamente con las personas gruñonas y antipáticas como tú los perros obran maravillas. Las personas con perros son más felices y amables. Los perros aportan compañía y despiertan las ganas de amar".

"Pero cariño", le contesté, "siempre me has aportado tú más que suficiente companía y ganas de amar".

"Además", prosiguió inmutable, ''podrás tomar el aire fresco, "¿Pretendes que yo pasee al perro todos los días?".

"Te vendrá muy bien. Parece que siempre estás o en casa o en algún bar".

"¿Quieres decir que tendré que juntarme con todos esos gilipollas que pasean sus asquerosos perros por la plaza de España y el parque del Oeste?".

"Así podrás hacer nuevas amistades".

"¿De modo que voy a ensuciar Madrid incluso más de lo que ya está?".

"¿De ensuciar, nada", contestó ella. "Desde hace unos días, el Ayuntamiento reparte gratis pinzas-retrete, brillante iniciativa de los concejales de Limpieza y Medio Ambiente, Luis Molina y Adriano García Loygorri. Para recoger este aparato, tan sólo tienes que asistir a los cursos de adiestramiento de perros, que por tercer año consecutivo se imparten gratis en siete distritos de nuestra ciudad"

Me vi sin escapatoria. Encima, ella misma insistió en escoger el animal en cuestión: un bicho carísimo y, además, de los más pequeños que existen; ni sé cómo se llaman. Lo entregan mañana. Mientras tanto, he asistido al primer curso de adiestramiento y estoy aprendiendo a manejar el aparato ese, aunque -no hay quien pare al periodismo de investigación en una sociedad libre- creo haberle encontrado graves defectos estructurales.

Feliz Navidad.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_