Aventureros en el Retiro
370 personas se presentan a las pruebas de selección del Camel Trophy
Una de las pruebas que ayer tuvieron que llevar a cabo en una esquina del Retiro los aspirantes a aventureros en el Camel Trophy consistía en lo siguiente: pasar por el agujero de una rueda suspendida en un cuadrilátero, gateando por un madero de tres metros de longitud. La prueba se complicaba porque el tronco era resbaladizo y pesaba lo suyo.El Retiro se llenó ayer de tipos con botas especiales y zamarras llenas de bolsillos. También de coches todo terreno que dejaron esta parte del parque convertida en una maraña de caminos y marcas de ruedas. La nieve del día anterior puso el lodo imprescindible para que aquello tuviera buena y aventurera pinta. Unas 370 personas respondieron a la convocatoria del Camel Trophy para intentar quedar entre los 12 primeros y así poder volver a probarse en otra selección, que se efectuará en Marruecos el próximo 15 de enero.
Hubo ejercicios de orientación, de conducción, algún que otro psicológico a fin de adivinar la capacidad de liderazgo o de imprudencia de los aspirantes; incluso había una prueba de inglés.
En los ejercicios de equipo (el de la rueda era uno de ellos) los examinadores, por lo general personas que ya habían participado en algún Camel Trophy, trataban de calibrar la capacidad de los posibles aventureros para tomar decisiones y llevarlas a cabo sin vacilar y sin exponer el pellejo de los compañeros. Más de uno acabó en un imaginario foso de cocodrilos que teóricamente se encontraba debajo de la maldita rueda. Había también un examen teórico de conducir para Indiana Jones que incluía preguntas del tipo "¿qué hacer para vadear un río?". Y, por supuesto, los participantes tuvieron que lanzarse en tirolina desde un árbol de 30 metros y saltar por distintas y váriadas vallas hechas de cuerdas o palos.
La verdadera prueba, sin embargo, le está encomendada a la organización. Se ha comprometido con el Ayuntamiento de Madrid a que, a cambio de serle cedida esta parte del parque para las pruebas, la convertirá en un huerto con árboles frutales. Ahora es un barrizal pelado. Las obras de acondicionamiento empezarán mañana, han prometido.
Un ejemplo de lo que es un auténtico hombre aventura: uno de los participantes gateaba por el madero en dirección a la famosa rueda. En esto se le desengancha del reloj. El examinador lo recogió, sacó una navaja multiusos de uno de los mil bolsillos que llevan las chaquetas de los exploradores y arregló la correa del ingenio en un santiamén.
Pruebas para el Camel Trophy. Huerto del Francés del Retiro. De 10.00 a 16,00. Gratis.
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