El mercado

Si Felipe González siguiera los dictados de su corazón, se marcharía a casa. Pero el PSOE es ya una industria de productos ideológicos para el consumo, es decir, Una empresa, y las empresas no se guÍan por los movimientos de corazón, sino por el resultado de las encuestas. Si las encuestas dicen que el público quiere un PSOE con sabor a González, González tendrá que presentarse, le guste o no, del mismo modo que si el votante pidiera un PSOE con burbujas habría que ir pensando en alguien con más gas. Peces-Barba puede continuar funcionando como conservante, y Guerra, como colorante, pero el sabor a PSOE lo sigue dando González, así que por ahora no se le podrá sacar de la composición cualitativa. Manda el mercado.Por eso no tiene sentido la famosa carta de los 19 intelectuales pidiendo su sustitución. Además, si de verdad fueran intelectuales, habrían escapado del PSOE al contemplar la variedad de productos culturales con los que este partido ha decidido transformar la realidad. Dicho esto, se comprende que 19 militantes, aunque no sean intelectuales, consideren la conveniencia de sacar al mercado nuevos sabores para hacer frente a la competencia, que no es tan preocupante, la verdad: Aznar aguanta bien fuera del congelador, pero resulta insípido, y la red comercial de Anguita es muy antigua.

No hay peligro en fin. Por otra parte, cuando el público está acostumbrado a un sabor, hay que llevar cuidado con los cambios. Lo sensato sería rebajar un poco el ingrediente González de la composición cuantitativa, sustituyéndolo con aromatizantes tipo Belloch. De ese modo, el consumidor aceptaría la innovación sin darse cuenta, y quizá en dos o tres operaciones comerciales más el factor González podría desaparecer. Hay que oír lo que dicen las encuestas y darle al público los sabores que pide. El mercado manda.