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Crítica:CLÁSICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La gran música de cámara

De cuando en cuando, la música absoluta disputa los escenarios a la tantas veces contaminada. Anteayer se ha dado el caso con la actuación en trío de las estrellas con brillo y prestigio individual, Christian Zacharias, alemán, nacido en la India en 1950, el violinista Frank Peter Zimmermann (Duisburg, Alemania, 1965) y el violonchelista Heinrich Schiff (Gmunden, Austria, 1952). Los tres se integraron en un todo equilibrado, perfecto y expresivo para hacer obras de cámara en la plenitud de sus valores, tan esenciales si se quiere saber verdaderamente qué es y ha sido la música.Me parece síntoma de buena salud musical este cierto retorno al cultivo de la música de cámara practicada por los "elefantes sagrados" que demuestran así, junto a su condición de virtuosos, sumás noble sustancialidad de artistas. No cabe una demostración más evidente y conmovedora que la desarrollada por Zacharias, Zimmermann y Schiff a través de los dos tríos, Opus 70, escritos por Beethoven, suma de pensamiento unitario y contrastado, y del Trío en la menor, suerte de llamada al orden de Ravel.

Liceo de Cámara

(Fundación Caja de Madrid)Ch. Zacharias, pianista, F. P. Zimmermann, violinista y H. Schiff, violonchelista. Obras de Beethoven y Ravel. Auditorio Nacional. Madrid, 12 de diciembre

A partir de un sonido extraordinariamente bello y de una flexibilidad dinámica preciosa, los tres maestros se integraron en concepciones de rango superior hasta lograr de la música de cámara lo que debe ser: un solo instrumento de, varias cabezas. Tanto nos asombraba el juego polifónico, el diálogo y la tensión mantenida por las líneas interiores en Beethoven, como la mágica coloración, la gracia exacta de los metros irregulares (algunos enraizados en lo tradicional vasco) de Ravel, cuyo trío parece planteado como dos fuerzas en lucha y abrazo, el piano y los dos instrumentos de cuerda, hasta alcanzar soluciones que penetran en un pensamiento sinfónico, tal el movimiento final. Se abarrotó la sala de cámara del auditorio y un público maravillado aplaudió con extremado calor.

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