_
_
_
_

La vida, a ritmo de aerosol

500 jóvenes amantes del 'breakdance', del 'rap' y de los grafitos se reúnen en Madrid

F. Javier Barroso

El hip-hop es un movimiento que abarca, entre otras cosas, los grafitos, la música rap, el baile break-dance. Pero también es una filosofía de vida". Pablo Herrera, de 25 años, organizador del II Encuentro Internacional de Hip-Hop, resumía así, ayer, una cultura bajo cuya bandera se concentraron medio millar de jóvenes de todo el mundo. La cita era en Alcorcón, un municipio de la periferia de Madrid, con 144.850 habitantes, que, como todos los del cinturón metropolitano, padece el acoso incontrolado de los pintores de muros, esculturas o vagones.El momento fuerte del encuentro de seguidores del hip-hop se vivió en la Escuela de Música del municipio. Madrugaron. Los 500 jóvenes llegaron desde todos los rincones de España y de países como Francia, Reino Unido o Estados Unidos. Según avanzó el día, se sumaron más visitantes. Sus edades oscilaban desde los recién iniciados en esta filosofía de vida, con 15 y 16 años, y los mayores, que les doblaban la edad.

Su indumentaria era bastante heterogénea. Aun con todo, había una serie de elementos que les uniformaban: calzado deportivo, gorras, prendas anchas de algodón, colores oscuros y pantalones vaqueros. "Realmente, cada uno va a su gusto. Los que llegan [al movimiento] se identifican con los modelos americanos. Luego, con el paso del tiempo, te vas vistiendo más común", comentó Herrera, uno de los organizadores del acto.

Para Nest, un parisiense de 26 años que habla perfectamente el castellano, el hip-hop representa algo más. "Para mí, además del break-dance y el rap, es pintar toda la ciudad. Me encantaría que todos los muros de las ciudades es tuvieran llenos de pintadas. Para mí es toda mi vida", explicó Nest.

A Futura, un norteamericano treintañero, le ha chocado que "en Alcorcón haya pintadas por todas partes". "Hay una concentración como en el Bronx. Allí es donde va la gente cuando quiere pintar", explica. Futura fue invitado por la Concejalía de Juventud, que le pagó todos los gastos de desplazamiento. Ahora se encuentra de gira por Europa mostrando su forma de hacer grafitos.

Tan difícil como encontrar muros donde pintar es encontrar lugares para ensayar break-dance. "Solemos entrenar en el metro. Pero vienen los protecsa [la compañía de vigilantes] y nos echan. Nosotros volvemos a intentarlo siempre", reveló David López, Briki, un barcelonés de 23 años que se ha costeado su viaje a Alcorcón. Le ha salido por 5.000 pesetas, el coste del autobús. El Ayuntamiento de Alcorcón abrió el centro de Juventud de la localidad para que pernoctaran los congresistas, aunque cada uno con sus propios medios.

El movimiento hip-hop nació en el barrio neoyorquino del Bronx. Empezó para intentar mostrar a la gente el ego de las clases sociales más desfavorecidas. Según otro de los organizadores, Paco Moral, de 22 años, en Estados Unidos esta cultura está caracterizada por la violencia. "Aquí, en Europa, sin embargo, es muy tolerante. No tenemos problemas de origen", apunta Moral, que lleva más de una década en el movimiento. A esta cultura también le caracteriza la lucha contra el racismo y la opresión. "Ahí es donde somos un tanto utópicos. Lo que nos une realmente son unos gustos por la estética de la pintada y la música", reconoció Pablo Herrera.Para ser un seguidor del hip-hop no es necesario dominar sus tres manifestaciones: la música, el baile o la pintada. Lo que ocurre es que al final, según Paco Moral, uno se integra en todo.

Lo que más sobresalía del encuentro de ayer en Alcorcón era la tranquilidad del ambiente. En el exterior de la escuela, unos murales servían para que los pintores hicieran sus grafitos. La misma actividad se realizaba dentro, en el auditorio. Allí, la gente oía música de rap a todo volumen y se hacían exhibiciones de break-dance. Las pantallas no dejaron de emitir durante toda la velada vídeos y diapositivas de estas artes. El fin de fiesta lo puso un concierto de grupos de rap y de música hip-hop.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_