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Una Constitución sin Leguina

Aznar acude a la primera fiesta por la Carta Magna con un Gobierno del PP

José Manuel Romero

Julio Pacheco, 12 años alcalde de Humanes y hoy jefe de los asuntos taurinos de Madrid alzó el ojo y sentenció: "Están los de siempre: Marcelino [Camacho], Pepe Acosta, que es un fiel... pero echo de menos a mi buen amigo Joaquín Leguina". No fue el único que destacó la ausencia del ex presidente regional, de viaje en Chile, en la abarrotada estancia de la Casa de América donde ayer se festejó el Día de la Constitución.Era el primer 6 de diciembre en la historia de la Comunidad de Madrid con un presidente regional del PP. Y Alberto Ruiz-Gallardón bordó su papel de anfitrión: a las 22.20, con la sala vacía, clausuró el jolgorio. "Que paciencia ha tenido usted", le piropeó su jefe de protocolo. Ruiz-Gallardón estrenó escenario a la fuerza pues la sede de la Comunidad en la Puerta del Sol no hubiera podido con el peso de los 1.300 invitados al acto. El sótano de la Casa de América donde se celebró tuvo que sufrir a los fumadores pese a que por megafonía se publicó que el humohacía saltar las alarmas. Pero el corrillo de IU fumó a placer.

Entre risas su portavoz parlamentario Juan Antonio Candil, proclamó: "Somos subversivos y venimos a reventar el acto. Ya es hora de que con un gobierno del PP salten las alarmas". En esas llegó Ruiz Gallardón y bromeó con su oponente: "Yo te he visto antes pero no me acuerdo dónde". "Quizá en algún concierto de Mecano", contestó Candil.

Unos minutos antes, el presidente regional había despedido al presidente de su partido, José María Aznar. Los diputados del PP agradecieron la visita: "Es el próximo presidente del Gobierno y, por tanto, es bueno que venga a estos saraos". Aznar, que llegó con prisas, fue acompañado por su secretario general, Francisco Álvarez Cascos, y su catedrático de Economía, Cristóbal Montoro. Éste animó a los gestores madrileños del PP. "Adelante, que todo está yendo muy bien", le dijo sonriente al consejero de Presidencia, Jesús Pedroche.

A la fiesta llegaron los sindicalistas de UGT-Madrid sin líder. Con su secretario general dimitido andaban en grupos. Al jefe de CC OO, Rodolfo Benito, le vio el presidente regional cuando ya se iba. Saltó ágil Ruiz-Gallardón, que en esos momentos hablaba con otro jefe, el de Telemadrid, para saludarle y preguntarle por su salud. Benito, recién operado, vio en el guateque de ayer más gente de derechas y en las calles coches más anchos y más largos que otros años.

Mientras, patronos, militares y curas hacían amigos y competían con los políticos por las croquetas de faisán, los ramequits de ventresca y los pasteles. El cava disgustó al concejal de Bomberos, Carlos López Collado: "Horrible, de cuarta categoría". Ruiz-Gallardón aprovechó para confesar a Pepe Acosta, el presidente de los socialistas madrileños: "¿Se va a presentar Felipe González a las próximas elecciones?". "No lo sé. Sólo soy una mota de polvo en el quicio de la puerta", contestó.

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