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Los aspirantes a la ampliación pasaran un año de exámenes

Xavier Vidal-Folch

Los países de la Europa del Este que, encabezados por Polonia y la República Checa, aspiran a integrarse en la Alianza Atlántica pasarán todo el próximo año 1996 de exámenes. Los 32 ministros, aprobaron ayer el texto del Consejo Atlántico que establece el cómo de la ampliación, pero todavía no el cuándo ni el quiénes. Para responder a estas preguntas, los aliados de la OTAN se tomarán un año, plazo que además les servirá para intentar diluir la oposición de Moscú, que se niega a contemplar cómo su antiguo enemigo, por más que se haya transformado, asoma el cañón hasta su propia frontera.Este examen deberá tener dos efectos. Primero: "Los socios interesados aprenderán más de las modalidades específicas y prácticas de la pertenencia a la Alianza". Segundo: la OTAN se enterará de lo que los aspirantes "podrían aportarle, y podrá empezar a identificar ámbitos de actividades suplementarias".

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Antes de empezar el examen, los aliados pedirán a sus 26 socios de la Asociación para la Paz (APP) que comuniquen oficialmente si se declaran candidatos a la adhesión. Inmediatamente, la Alianza empezará un "diálogo individual intensificado" con cada uno de los interesados. Se examinará la interoperatividad de sus comunicaciones; la homologación de sus maquinarias militares; su disposición a permitir el estacionamiento de tropas de los 16 en territorio propio; la financiación de sus fuerzas armadas, y el dominio que sus mandos tienen del inglés.

El examen teórico se acompaña de otro práctico. Simultáneamente, la OTAN desarrollará un programa de actividades con los socios de la APP, desde maniobras hasta consultas políticas, pasando por operaciones de mantenimiento de la paz.

Preservar la eficacia

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Y ambos irán del brazo de un autoexamen de la organización para determinar las re formas internas necesarias que permitan acoger a nuevos miembros "preservando la eficacia" de la Alianza Atlántica. Se trata de establecer mecanismos "útiles, elásticos y válidos para los distintos nuevos socios", según un alto funcionario. Porque, aunque cada integración será individual, se prevé un goteo continuado y se quiere "evitar el riesgo de parálisis", añadió.

Paralelamente, en el ámbito militar se pretende dar un impulso final al proyecto ideado hace dos años de Fuerza Combinada que permita intervenciones flexibles en distintos puntos, con unidades compuestas por hombres y unidades procedentes de distintos países.

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