"En democracia y en fútbol las reglas son para todos"
José María Aznar explica la Constitución a 250 estudiantes
"La democracia es como el fútbol, cada uno tiene su equipo preferido, pero las reglas sirven para todos". Este ejemplo sirvió al presidente del PP, José María Aznnar, para hablar ayer de la Constitución, que hoy cumple 17 años, a los alumnos del instituto de enseñanza secundaria Julio Palacios, de San Sebastián de los Reyes (Madrid). Su presencia despertó expectación, en unos más que en otros. El retraso de Aznar no impidió que los alumnos le aguardaran casi una hora en el patio, soportando el frío. La charla se desarrolló en el gimnasio. En el interior se apiñaban los afortunados 250 chicos y chicas, 10 por clase, elegidos por sorteo. Fuera, resignados, el resto de alumnos hasta los 600 que tiene el centro intentaron estrechar la mano de Aznar.Ángel, José y Andrés, con 14 años, lo consiguieron y se quedaron sorprendidos cuando "el del bigote" les preguntó si se defienden bien de las chicas. "No hay problema", contestaron. El visitante les pareció "simpático". También estuvieron listos al ser preguntados si hubieran preferido la visita de Felipe González. "No queremos entrar en política", dijeron. Para María José, Carmen y sus amigas la pregunta de Aznar fue la obligada: "¿Qué tal los estudios?". Y la respuesta, la esperada: "Bien". Aznar les pareció normal y no mostraron mucha sorpresa, al contrario que otras dos compañeras, que hicieron un conato de chillido como las seguidoras de cualquier cantante de moda.
Dentro del gininasio la cosa se puso más seria. José María Aznar comenzó recordando el acto al que asistió el lunes en San Sebastián en memoria de Gregorio Ordóñez, "un compañero de mi partido que no se callaba y por eso le mataron". Después resaltó los valores de respeto, tolerancia y convivencia obligados en democracia y recogidos en la Constitución, "que debe ser punto de encuentro de todos los españoles".
No quiso dejar pasar el terrorismo de ETA, y aseguró qué "no hay nada que hablar ni que tratar con los que matan". Aunque destacó que al que piense diferente no hay que aniquilarle, su mensaje no fue bien acogido por el grupo de Saúl, Carlos y otro chico con pelo muy corto y la cara tapada hasta los ojos, que luego en el patio se declaró partidario de la pena de muerte "para los etarras". Algunas chicas se quejaron de que no habían entendido al conferenciante: "No vocaliza" .
Alumnos y alumnas interrogaron al líder del PP sobre el paro juvenil, el dinero del Estado, la reforma educativa, la privatización de la enseñanza o cómo cambió su vida tras el atentado de ETA, asunto que despachó diciendo que no le gusta hablar de estas cosas.
No faltó la pregunta insólita. ¿Cambiarán los populares la Constitución? "Ni cambiaré ni añadiré nada. Ha funcionado bien durante años", contestó Aznar.
Al final, el líder del PP entregó al colegio una bandera de España y se fotografió junto a ella con los estudiantes. Carolina de Pedro, representante de los alumnos en el consejo escolar, correspondió en nombre del instituto con una pluma, que Aznar prometió utilizar.
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