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FÚTBOL DECIMOQUINTA JORNADA DE LIGA

Mauro Silva y Donato tiran del Deportivo

El Mérida suma cuatro derrotas consecutivas sin goles

El Deportivo rompió su racha negativa. Toshack revalorizó su sistema apoyado en la sobriedad y eficacia de Mauro, Silva y Donato, con un Aldana impresionante de fuerza y generosidad. Fue un triunfo cómodo que puso en evidencia la fragilidad del Mérida, metido ya en una sena crisis de resultados: cuatro partidos consecutivos perdidos y sin marcar un solo gol.Para subsanar la manifiesta debilidad de su centro del campo, Kresic acudió al famoso rombo: Reyes de escoba en el vestíbulo de la defensa, Sinval en el vértice ofensivo y Vucevic y Ángel Luis en los extremos. Toshack volvió a encomendar el Poder creativo a Donato y Mauro Silva, situó a Alfredo y a Nando en las bandas y a Bebeto en la atalaya ofensiva con Manjarín y Aldana de lanzadores.

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El partido arrancó descaradamente agresivo y tenso. Apenas habían pasado dos minutos y el Deportivo sumaba tres tiros a puerta y poco después tenía a su favor el marcador. Para entonces, los de Toshack ejercían un control cómodo del centro del campo y el Mérida aparecía temeroso y oscuro. La sola arrancada de Bebeto arrastraba a la zaga local a la esquizofrenia. Mauro, Silva y Donato corregían posiciones sin agobios y Aldana avisaba con una puesta en escena impresionante: robaba balones, defendía y se presentaba amenazante en el área local.

El Mérida, herido en su orgullo, echó mano de lo racial, tabla de salvación de los humildes. Era la única réplica posible a su impotencia técnica. El drama estaba servido y los nervios se despedazaban a golpe de tarascadas, caídas y tarjetas. La lógica resultaba demasiado aplastante e incómoda para el espectador. Con mucho pundonor por medio, la movilidad de Sinval, la velocidad de Toribio y la bravura de Prieto, el equipo extremeño trataba de oponerse al escarnio. Pero ese esfuerzo resultó insuficiente y el pacto con el sufrimiento se mantenía en la grada.

Tras el segundo gol, el Deportivo se recreó desde la tranquilidad del marcador. Bebeto se desesperaba por la falta de asistencias, pero Aldana recogía el protagonismo. Toshack acudió al joven David y dejó éste unas imágenes preciosistas, de sus posibilidades: rápido, agresivo y con lectura fácil del desmarque.

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