Mubarak se atribuye el triunfo electoral en Egipto
Mientras el gobernante Partido Nacional Democrático (PND) del presidente, Hosni Mubarak celebraba anoche los primeros resultados de las controvertidas elecciones parlamentarias egipcias del miércoles, la oposición intensificaba sus acusaciones de fraude y advertía sombríamente de que la frustración de los votantes Jóvenes puede traducirse en un aumento de la violencia en el país.Veintisiete horas después del cierre de las urnas, la televisión estatal anunció que el PND se había asegurado 87 de los 96 escaños disputados en la primera ronda electoral. Los otros nueve fueron adjudicados a candidatos independientes. El Ministerio del Interior, que centraliza la información de los comicios, dijo anoche que el PND había ganado "en la mayoría de las circunscripciones donde ya se ha realizado el escrutinio". Pero no dio cifras exactas ni mencionó el índice de participación en la consulta. Dados los resultados en algunos distritos, está prevista una segunda ronda de votaciones para el próximo día 6.
El anuncio de los resultados parciales desató festejos en las calles de El Cairo, donde retumbaban los bocinazos de millares de vehículos, muchos de ellos adornados con retratos de los candidatos del partido oficialista. Las primeras indicaciones afianzan algo que los egipcios venían anticipando desde la convocatoria de los comicios: el PND será nuevamente la fuerza dominante en la Asamblea Nacional, de 444 miembros, y dará a Mubarak un amplio margen de maniobra.
La atmósfera de júbilo en medios oficiales contrastaba con el tono de las declaraciones de la oposición. Los liberales del Partido Wafd dijeron que, hasta ese momento, habían ganado dos escaños, mientras que las candidaturas de los Hermanos Musulmanes, que presentaron listas independientes o se incluyeron en la del Partido del Trabajo, habían logrado uno.
Las recriminaciones entre las fuerzas que presentaron candidatos al Parlamento comenzaron horas después del cierre de las urnas, el miércoles «por la noche. "Victoria de la democracia" proclamaban ayer los diarios gubernamentales. "Triunfo delmatonismo" denunciaban sus rivales.
Fuad Seragedín, el líder del Wafd, calificó la elección como "la peor en la historia de Egipto, porque hubo fraude desde Alejandría hasta Asuán". Adel Husein, el derrotado candidato islamista del Partido del Trabajo, declaró: "Las elecciones fueron un asunto obsceno". El candidato izquierdista Mohamed Shehab y el aspirante del Wafd, Mehdat Jafaji, estaban entre los opositores que pronosticaron que "el fraude" podrá empujar a los jóvenes a la violencia.
Esa violencia, provocada por disputas por el recuento electoral, se cobró ayer siete vidas, según fuentes policiales. El balance de muertos entre miércoles y jueves por estas enfrentamientos asciende a una docena.
Por su parte, el Centro de Derechos Humanos y Asistencia Legal (CDHAL) dijo ayer que la atmósfera general de las elecciones plantea serias dudas sobre la neutralidad de la policía".
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