Bruce Springsteen comienza en Los Angeles su primera gira en solitario

La voz de Bruce Springsteen, acompañada únicamente de su guitarra y de su armónica, enmudeció por completo a un público de más de 2.200 personas que abarrotaron el teatro Wiltern de Los Ángeles, donde el pasado domingo dio comienzo la primera gira en solitario de este trovador estadounidense considerado como uno de los mejores cantantes de la música pop de este país. Springsteen presenta en varias ciudades norteamericanas su nuevo disco, El fantasma de Tom Joad. Se espera que continúe en Europa el próximo año.

Si en los últimos años hubo alguna duda sobre la relevancia de Springsteen, también conocido por el apelativo cariñoso de The Boss (El Jefe), todas ellas quedaron disipadas con los primeros acordes de su nuevo álbum, The ghost of Tom Joad, en el que se centraron las, poco más de dos horas de un concierto cuyas entradas quedaron agotadas a los 20 minutos de salir a la venta. Entre los afortunados que consiguieron estos pases a la nostalgia se encontraban las caras de un gran número de celebridades, como Dustin Hoffman, Lyle Lovett, Johnny Depp o Steven Spielberg. En la misma fila de asientos se encontraba el guitarrista Steve van Zandt quien, después de haber acompañado durante años a Springsteen en sus conciertos maratonianos de más de tres horas de rock and roll, en esta ocasión escuchó en silencio una puesta en escena mucho más intimista.Muchas de estas canciones fueron escritas en el mayor de los silencios y necesitan de este silencio para que funcionen, por lo que si les gusta cantar o aplaudir durante el concierto, por favor no lo hagan", sugirió Springsteen con una impecable sonrisa nada más subirse al escenario. A excepción de algún pequeño grito de aprobación, el público -en su mayoría por encima de la treintena,- enmudeció para sólo dejar paso a una pequeña risa nerviosa tras el segundo recordatorio de The Boss. "Sé que esto es Los Ángeles", dijo este nativo de Nueva Jersey, !'pero espero que no tenga que bajar y confiscar ningún teléfono móvil porque me haría perder mi fama de chico bueno".

Influencias

En este profundo silencio -con el que el cantante llegó a bromear algo más a lo largo del concierto- Springsteen dio muestras del deseo de un artista de seguir adelante con su obra, en una época musical donde la nostalgia parece ser lo que vende. El cantante no quiso ocultar sus 46 años y apareció ante el público con su pelo peinado hacia atrás, mostrando unas m. arcadas entradas. Su indumentaria, con un sobrio pantalón negro y camisa gris, entonaba con el tono de esta velada dedicada" como él mismo dijo desde el escenario, a esas canciones "que significan tanto para mí".Entre ellas se encontraba una de sus más famosas composiciones, Born in the USA, interpretada con un tono de balada que la hizo casi irreconocible para el público. -"Hace muchos años esta canción fue malinterpretada como un himno patriótico. Ahora tengo una segunda oportunidad para cantarla", aseguró ante su audiencia, que también incluía la presencia de Jackson Browne. Los ecos de la guerra del Vietnam reflejados ahora por esta canción estuvieron más a tono con las composiciones de su nuevo álbum que como Sinaloa Cowboys o Across the border reflejan la lucha de los inmigrantes mexicanos en California.

Sus canciones, también dedicadas a los nuevos pobres de un país acostumbrado a nadar en la abundancia, a los desempleados, a los veteranos o a los indocumentados, vinieron siempre acompañadas de una entrañable explicación de su compositor de aquellas anécdotas que habían influido en el proceso creativo. La novela del escritor John Steinbeck Las uvas de la ira y la versión cinematográfica de John Ford de esta misma obra se encontraban entre las principales influencias que, según declaró el cantante,se quedaron grabadas en su memoria.

Otras de sus canciones -que recordaban a las melodías de los años de la Depresión estadounidense de Woody Guthrie- estuvieron basadas en el libro de Dale Maharidge Journey to now here: the saga of the new under class,que examina las razones que han llevado a las calles de la pobreza a aquellos que en su día formaron la clase media.

Acompañada de Tom Hanks y Rita Wilson, la cantante Patti Scialfa, esposa de Springsteen, también estuvo presente en este debú oficial de una gira que se prolongará por Estados Unidos antes de llegar a Europa.