Penuria de agua
La llegada de las recientes lluvias, lamentablemente, no ha logrado que las reservas de agua suban más allá de ese escaso 37%, del que nos informan a los lectores del periódico.El lago de la Casa de Campo tampoco es ajeno a esta penuria acuática, es más, el volumen de agua por él embalsado queda muy lejos de esa media de los embalses madrileños; en realidad sigue vacío.
Sirva ello para matizar o, mejor, precisar el pie de foto aparecido el pasado día 12 titulado agua gratis para el lago de la Casa de Campo, en el que se afirmaba. que esas lluvias habían llenado dicho lago y seguía con algo que no entraba en los cálculos de los ecologistas de Aedenat.
Los lectores se merecen una explicación, ya que la foto muestra un charco miserable, justo en el centro de la vasija del lago, con lo que no existe una correspondencia lógica con el pie de foto.
Aedenat se reafirma en la necesidad de que dicho lago sea llenado con agua del Canal por razones de todo tipo, que van desde las más obvias de ser un estanque artificial que el maltratado arroyo Meaques tardaría años en llenar, a las de índole sanitario, por ser lugar de prácticas deportivas y de ocio diversas, incluida la pesca sin muerte.
Si el Ayuntamiento de Madrid tiene pudor, por el qué dirán, en el llenado con agua de boca, los ciudadanos de Madrid quisiéramos saber cuántos miles de metros cúbicos de agua se tiran alegremente en el baldeo de calles. Llenar el lago supone utilizar 160.000 metros cúbicos de ese agua, que es también de uso de boca.
Desearíamos que la fauna que se movía allí mismo tenga el lugar de descanso y cobijo que las aguas del lago le proporcionaban.
El lago cumple una clara función social de ocio y esparcimiento de miles de ciudadanos que llevan meses esperando que -el paisaje vuelva a ser el mismo que era en las vísperas de la fa mosa tromba de agua. del 24 dé junio pasado. El Ayuntamiento tiene la palabra.- , portavoz de Aedenat.
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