EE UU debate el gasto eficaz en cuidados terminales
Los pacientes en estado terminal de su enfermedad reciben en muchas ocasiones cuidados médicos desproporcionadamente caros, innecesarios para sus posibilidades de supervivencia e incómodos. Esta es la conclusión de un estudio recién publicado del hospital de la Universidad de Stanford, en California (EE UU).
Laura Esserman, autora del estudio, señala en la revista de la Asociación de Médicos Americanos que los facultativos tienen que conocer mejor el estado de los pacientes terminales para poder determinar si necesitan n tipo de atención "que garantice la comodidad a aquellos que están más allá de los límites de los cuidados intensivos". En otras palabras, la discusión se establece sobre la conveniencia de ofrecer más cuidados paliativos, entre ellos los farmacológicos para mitigar el dolor, que tratamientos -médicos y tecnológicos- sofisticados y de gran coste con el objetivo de prolongar la vida apenas por unos días.
Aumentar el sufrimiento
Los esfuerzos médicos que se hacen con pacientes que después de los cinco primeros días de cuidados intensivos no experimentan ninguna mejoría, añade la doctora Esserman, "aunque están motivados por el deseo de ofrecer todas las oportunidades para la supervivencia, pueden únicamente prolongar brevemente la vida a costa de incrementar el sufrimiento de los propios pacientes y de sus familiares".Lo más probable para los que no experimentan ninguna mejoría después de la primera semana, según la estadística manejada por los investigadores californianos, es que vivan periodos inferiores a los cien días.
El equipo de la Universidad de Stanford que llevó a cabo el estudio encontró que de los 402 pacientes muy graves que ingresaron en el hospital universitario en 1989, el 17% sobrevivió menos de tres meses después de haber recibido tratamientos en cuidados intensivos. Estos enfermos consumieron en conjunto el el 34% de los recursos totales de la unidad hospitalaria. El 20% de los gastos, asegura el informe, podría haberse evitado con otro tipo de orientación terapéutica.
Los investigadores recuerdan que en 1992 el conjunto de las unidades hospitalarias de cuidados intensivos en Estados Unidos tuvo un gasto global de 62.000 millones de dólares (unos 7,5 billones de pesetas).
En su investigación, el equipo universitario de Stanford creó una categoría especial, bautizada con el nombre de cuidados potencialmente ineficaces, para estudiar y evaluar todos aquellos casos de pacientes diagnosticados en estado terminal con pronósticos de supervivencia cortos y sometidos a tratamientos médicos caros.
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