_
_
_
_

"Me habría gustado avanzar más en la reforma de las pensiones"

Alfredo Pastor (Barcelona, 51 años) dejó ayer la secretaría de Estado de Economía tras dos años y medio al frente y a cuatro, meses de las próximas elecciones. Alega razones personales -"seguir aquí tenía un coste personal muy alto"- y desvela algunas insatisfacciones; por ejemplo, no haber avanzado más en la reforma de las pensiones y del sistema de ayudas públicas. Como balance de su gestión, Pastor explica que se ha conseguido dotar de credibilidad a la política económica y vencer las resistencias a situar la estabilidad macroeconómica como objetivo prioritario. Niega que su salida suponga una crisis en el ministerio y asegura que ha actuado en sintonía con el ministro Pedro Solbes.Pregunta. ¿Por qué no ha esperado los cuatro meses que quedan para las elecciones?

Más información
Solbes confía a Conthe la ejecución de la política económica hasta las elecciones generales

Respuesta. El ministro y yo habíamos hablado de mi salida hace ya algún tiempo, cuando fáltaban más de. cuatro meses. Fue en torno al verano. Las razones son muy sencillas. Yo he estado aquí casi dos años y medio. Durante este tiempo he hecho bastantes cosas. Los grandes proyectos normativos, como la Ley del Seguro ya están. Por otra parte, para mí y para mi familia estos dos años y medio han supuesto un coste enorme, que se ha justificado mientras aquí había muchas cosas por hacer. He considerado que a partir de ahora es el coste ya no se justifica. El ministro ha tenido la comprensión de entender mis argumentos y yo se lo agradezco. Me duele que se haya visto esta salida mía como una crisis, porque no tiene nada de crisis. Hemos esperado el momento más oportuno. No ha habido discrepancias con el ministro ni con la política económica de este Gobierno. El ministro y yo siempre hemos estado de acuerdo en las grandes ideas. Nunca hemos dicho cosas contradictorias. Yo vine aquí porque, sin ser miembro del partido socialista, creía en este proyecto y sigo creyendo.

P. Pero ¿no habría sido mejor hacer una salida más discreta?

R. Es verdad, pero para mí y para mi familia cuatro meses es mucho tiempo. A partir de esté momento lo que yo puedo hacer aquí no justifica este coste.

P. ¿Es que no aguantaba más?

R. No es eso. Es que seguir aquí tenía un coste personal muy alto. Yo he creído que no era razonable seguir soportando este sacrificio por mi y por mi. familia. Vivir separado de la familia es una barbaridad. No lo volvería a hacer. Ha sido un coste más alto de lo que imaginaba.

P. ¿Qué va a hacer ahora?

R. Me voy a casa. No tengo en estos momentos ninguna oferta ni ningún proyecto. No los he buscado.

P. ¿Tiene algo que ver su marcha. con la del ex vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra? ¿Impuso él su nombramiento? ¿Ha habido alguna otra razón externa para su dimisión?

R. Mi jefe siempre ha sido el ministro. No he tenido otro. No he despachado nunca con Serra sobre cosas del ministerio, ni él me lo pidió nunca. Y conociendo a Serra desde hace mucho y a Solbes en estos últimos años, estoy seguro que ni el vicepresidente hubiera impuesto mi nombramiento ni el ministro lo hubiera aceptado. Y tampoco ha habido ninguna razón externa.

P. ¿Ha tenido discrepancias con el ministro?

R. Es casi lo contrario. Lo que a mí me parece sorprendente es que el ministro y yo, que antes no nos conocíamos, que entramos aquí en una época muy agitada, donde no había mucho tiempo para explicarse las cosas uno a otro, hayamos tenido una coincidencia casi perfecta durante estos dos años y medio y ninguna discrepancia importante.

P ¿Qué balance hace de estos dos años y medio?

R. Yo vine aquí convencido, con ilusiones y proyectos, casi todos los cuales se han cumplido. Llegamos en julio de 1993. Estábamos quizá en uno de los momentos más bajos de credibilidad de nuestra política económica, Teníamos problemas con la peseta, el déficit, un desempleo muy alto... El primer objetivo que nos pusimos el ministro y yo fue recuperar la credibilidad Y esto quería decir poner . unos objjetivos realistas aunque fueran modestos. No tuvimos ni siquiera que ponernos de acuerdo. Nos salió a los dos. Hay que. pensar que en julio de 1993 había mucha gente que pensaba que la solución a la recesión pasaba por una expansión del gasto público. Nosotros hemos conseguido en estos años convencerá la gente de que la contribución del sector público al crecimiento es la estabilidad macroeconómica.

P. ¿No le ha causado insatisfacción el escaso avance que se ha producido en las reformas estructurales que ha defendido?

R. Esa insatisfacción es compartida con el ministro. Se, ha avanzado mucho pero nos hubiera gustado ir más deprisa, de forma que el presupuesto de 1996 no sólo permitiera cumplir el criterio de convergencia, sino también hacerlo de manera cómoda. Se ha avanzado muchísimo en el control del gasto, se es más estricto. Pero no basta con esto. Hay que introducir cambios en la estructura del gasto.

P. ¿Qué es, en concreto, lo que le ha quedado por hacer?

R. La verdad es que me. ha quedado mucho por aprender. Cuando uno se va de los sitios piensa que es ahora cuando lo podría hacer bien. Me habría gustado que hubiéramos avanzdo más en un diagnóstico de nuestro sistema de pensiones. Y en eso no hemos adelantado lo suficiente. No hace falta. pasar a un régimen de capitalización. Estamos hablando de medidas de ajuste. Tendríamos que haber adelantado más en tener un sistema para evaluar lo que gastamos en incentivos de todas clases, Los damos, damos muchísimos y nos gastamos mucho dinero. Pero nunca o raras veces nos preguntamos antes de darlo si es lo mejor que podemos hacer. Y, sobre todo, una vez hecho, no seguímos nunca si el resultado es bueno o malo. En esto nos falta todavía por avanzar. Estas son las dos grandes áreas que cambiarán la estructura del presupuesto.

P. ¿Ha habido divergencias políticas o ideológicas entre Economía y Hacienda?

R. No he tenido ningún roce dentro del ministerio por motivos, ideológicos o políticos. Este es un ministerio muy poco politizado. Además yo creo en este proyecto de política económica. La explicación de esos posibles voces es muy sencilla: Hacienda la inventó Carlos III y Economía es mucho más reciente. Economía quizá no tenga un gran poder pero hace muchísima falta.

P. ¿Ha participado en la toma de decisiones de los Presupuestos?

R. Lo único que yo tengo que defender es que el presupuesto responda a la estabilidad mácroeconómica. En estos momentos es cumplir los criterios de convergencia. En el momento en que se viera que las cuentas se separan de estos objetivos sería un elemento de inestabilidad. Ésta ha sido mi responsabilidad. y es lo que he defendido siempre.

P. Su perfil más técnico que político ¿le ha impedido compartir algunas decisiones como la rebaja de las cuotas sociales?

R. Desde el punto de vista técnico la decisión de bajar. las cuotas y subir el IVA no estaba bastante documentada. No teníamos una idea precisa de los efectos. La decisión se tomó por motivos políticos. Pero no hay que exagerar la oposición entre técnico y político. Una persona como yo es un profesional de la economía y por consiguiente un técnico, pero también soy un ciudadano de este país.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_